Crónica 30 Diciembre: de nuevo la Garnacha

Aunque no hace mucho que algunos Karrikiris, habían realizado esta ruta, fuimos otros tantos aquellos que no tuvimos oportunidad de hacerla.

Como este domingo no estaba incluido en el calendario oficial del club, pensamos que pod´ria ser una ruta bonita para despedir el año.

El día amanecía frío y yo con lo bajo de forma que me encontraba tenía un pensamiento recurrente en la mollera:

-«Vuelve a la cama, hombre!!!»

Desoyendo esa vocecilla, y recordando la percepción de los que ya habían realizado la ruta («Es muy bonita pero…dura y muy completa»), me preparo.

Son las 7:50 a.m. y Guillermo y Marta pasan a por mi (Iñaki).

Montamos mi bici en el carro y vamos al parque donde esperan Feliciano, Cesar Aguado, Samuel, Juan Carlos, Diego y Javier Larrad.

Se echaba de menos a alguno que había dicho que vendría… pero no pudo…

Disponemos las monturas sobre el «Karro Karrikiri» y ponemos rumbo a la capital de la garnacha: Borja.

Aun no han dado las 9 de la mañana y empezamos a rodar con un frío de tres pares de narices.

Hubo momentos en que tenía que repasar mentalmente, la geografía de la península ibérica para rechazar la idea, que la temperatura instalaba en mi cerebro: Borja está en Teruel??? (madre que frío!!).

Rápidamente varios del grupo se ponen a tirar (no dejan ni despertarse a uno…), y como la ruta va picando hacia arriba, nos olvidamos del frío y del sueño, para centrarnos en la ruta.

Tras varios kilómetros de pendiente contínua pero suave, giramos en un cruce para empezar con la primer ascenso «serio» del día y que nos eleva hasta la meseta del Buste, pasando por la gravera.

Como siempre se hacen grupos y cada cual tira a su ritmo hasta coronar el ascenso hasta que  finalmente todos llegamos arriba.

Pocos metros de camino después, entramos en un sendero, en sentido descendente, que nos deja en otro camino en dirección al santuario de Borja («Ecce Homo´s place»).

En vez de parar a ver la chapu… pintura, continuamos, ascendiendo por un pinar que nos vuelve a dejar en el punto más alto del cabezo en el que nos encontrábamos.

Es momento de parar, disfrutar del paisaje y comer algo.

Repuestas las fuerzas, continuamos por un camino y posterior sendero descendente donde empiezo a animarme.

La bajada está algo rota y tras algún momento de emoción, llegamos a la carretera que conduce desde el santuario al Buste.

La cruzamos y seguimos descendiendo por un sendero con bastante frondosidad, divertido y rápido, si bien tenemos que ir tranquilos, ya que al ir bastante gente, el paso es complicado.

Llegamos a una solana y terminan los senderos para comenzar una parte de caminos, donde rodamos tranquilos.

A estas Samuel indica que hay que girar 90 grados en el próximo cruce y hay que subir piñones porque viene repecho serio.

Tomamos el cruce y conforme hago fuerza en los pedales para dar la primera pedalada escucho: Clich, clonch, Crack!!!

Miro tras de mi y veo a Diego con la cadena partida.

Cual equipo de fórmula uno, varias manos se disponen en rededor de la avería por lo que pocos instantes después y varias manos más negras… tenemos la cadena como nueva.

Dado el estado de las manos de alguno, aparecen nuevas formas de limpieza… como la patentada por Juan Carlos, consistente en destrozar una mata de tomillo entre las manos y que permite quitar el color negro de la grasa para instaurar un precioso color verdoso en las palmas de las manos acompañado de una fragancia campestre, que ríete de la casa de la pradera.

Llegados arriba del repecho, la ruta baja de nuevo para situarnos cerca de la cara  más oriental de la meseta.

Rodando tranquilos, vamos Samuel y yo en paralelo. Con el rabillo del ojo, veo una silueta que se va a colocar entre nosotros cuando escucho:

-«raaaaaaaaaaaassssssss»

Caída de un karrikiri sin consecuencias aparentes.

Poco después y tras varios amagos  más de caída por parte de otros, nos situamos en el camino principal.

Frente a nosotros, la subida del día: El avión.

Es una subida que bastantes de nosotros conocemos bien. Rodeada de pinos, no es extrema pero si contínua y larga, por lo que agachamos la cabeza y vamos ganando metros a la pendiente.

Ya arriba rodamos en busca de la bajada sita en la otra cara de la elevación.

Cubierta de hierva y hielo, la bajada consiste en un sendero que nos deja en el pueblo del Buste. Bajada emocionante y muy bonita.

Continuamos por una camino de toboganes que lleva a la que llamamos cuesta de los pinos, pero justo cuando vamos a descender por ella, la ruta se desvía a la derecha para bajar por una zona más abrupta.

La bajada es peligrosilla pero muy bonita.

Ya abajo, rodamos por pista en llano cuando de repente y sin saber la razón… «un caballo» se desboca al grito de su jinete («JIAAAAA!!!!!!!») saliendo a mil por hora camino adelante…

…Unos doscientos metros después el jamelgo, sufre de calambres en el «muslamen» y hay que detener la caravana para que se recupere (no sin mirar a los lados no sea que los indios fueran la causa de semejante espantada…y nos pillen aquí desprevenidos…).

Continuamos por caminos estrechos en dirección a Borja, disfrutando de la última parte de la ruta y por fín entramos en el pueblo, cuando… falta uno de nosotros!!!

Nos detenemos y al poco vemos al fondo que se aproxima.

La falta de avituallamiento le ha jugado una mala pasada, pero por suerte estamos en el final de la etapa.

Una ruta preciosa, muy completa. Para Repetir!!!

P.D: Feliz año 2013 y esperamos compartir ruta el nuevo año que entra.

EN BUSCA DE LA CUESTA PERDIDA

Este domingo, nos tocaba la GR99 Logroño-Tudela, pero a causa de diferentes compromisos de varios del club y la inestabilidad del tiempo, decidimos posponer esta ruta para más adelante.

A las 9 de la mañana nos juntábamos en el parque. Feliciano, Samuel, Roberto, Guillermo, Diego, Cesar y yo Bauti.

Ya en el parque decidimos la ruta de hoy y sin más, nos fuimos a buscar alguna buena cuesta por la zona.

Comenzamos rodando a ritmo suave, dirección a la aventura, pues no teníamos muy claro a donde ir, e íbamos improvisando sobre la marcha.

Desde el principio el camino va picando para arriba, no es un desnivel importante pero a medida que aumentamos el ritmo este se deja notar.

Llegamos a un desvío en el cual dudamos por donde ir, pues esta zona no la conocemos, y como no, ante la duda la mas cuestuda, jajaja

Nos desviamos a la derecha y al poco nos enfrentamos con el primer cuestón del día, que bonito se nos presenta.

Rápidamente, nos colocamos delante Cesar y yo y empezamos a tirar del grupo, no se que tienen las cuestas que nos transforman, automáticamente modificamos nuestra postura sobre la bici, apretamos los dientes, agarramos el manillar con una fuerza especial que en momentos yo diría que sobrenatural y cogemos un ritmo constante.

La subida era larga, con buen desnivel y no la conocíamos, lo que hizo que aun se hiciera un poco mas larga, pues no había forma de ver el final.

La verdad que subimos muy bien, el ritmo fue bastante fuerte para el desnivel que teníamos, y eso que estamos en fechas en las que la forma física no esta en su mejor momento.

Una vez arriba, al lado de un parking de cazadores, comemos algo para recuperar fuerzas.

Nos desviamos del camino principal a la derecha, buscando empezar a encarar el regreso a casa.

Rodando por diferentes caminos enlazamos sin problema a una zona ya conocida.

Como habíamos subido mucho, ahora nos toca bajar mucho.

Aquí las posiciones se cambian, y si bien en subida me pierde tirar primero del grupo, aquí es al contrario y rápidamente dejo pasar a los descender para que disfruten su terreno.

Comenzamos una bajada rota y larga en la que muchos disfrutan como enanos y se lanzan a gran velocidad esquivando, piedras, trias, etc…

La verdad que disfruto mucho viéndoles, pues me parece súper complicado tanto control.

Una vez abajo, el camino se desvía en dos, y cuando llego no veo a nadie y no se por donde han ido.

Decido seguir por la derecha y casi cuando iba a desaparecer en el horizonte, oigo un silbido, era Roberto que había vuelto a buscarme. Media vuelta y a seguir.

Ahora llevamos el viento a favor y rodamos con muy buen ritmo.

Los caminos por los que vamos ahora son bastante divertidos, dada la velocidad que llevamos sumado a que están algo rotos, es el escenario ideal para disfrutar.

Pero no todo va a ser disfrutar, en una de las curvas llego la caída del día.

A la salida de una curva la rueda se cruzo en una tria, haciendo salir disparado al biker contra una piedra.

Rápidamente nos bajamos todos a ayudarle y después de unos momentos de tensión, nos confirma que más o menos se encuentra bien.

En su casco podemos apreciar un golpe importante, lo que nos hace reflexionar sobre la utilización del casco.

Da igual si sales a comprar el pan o vas a hacer los 10.000 del Soplao, “SIEMPRE CASCO”, no sabes donde te puede tocar, y el casco hace que un golpe que puede ser muy grave se quede en anécdota.

Después de recuperarse del golpe y todos del susto, volvemos a rodar.

Empezamos tranquilos y según vamos viendo que esta todo bien volvemos a coger buen ritmo.

Por el camino vamos comentando las jugadas del día y sin darnos cuenta entramos nuevamente en Murchante.

Al final: 60 KM Tiempo: 3:00 horas

Senderos de la Bardena

Hoy toca una de las rutas más bonitas del calendario, “Los Senderos de la Bardena”.

Ruta que discurre por la Bardena Negra y nos lleva por una infinidad de senderos bastante cerrados con subidas y bajadas muy divertidas.

Para realizar la ruta nos juntamos:

            – A mi izquierda, con Maillot amarillo, por parte del club “Manolete” Lete, Tarea,y Toñin.

– A mi derecha, con Maillot negro y fucsia, por parte del club “KarrikiriBTT”, Guillermo, Diego Tudela y yo Bauti.

A las 8:00 AM ya estábamos rumbo al comienzo de nuestra ruta.

Entre preparativos y demás nos ponemos a rodar a eso de las 9 y comenzamos la primera ascensión del día.

Tenemos que recorrer unos 6 o 7 km por pista casi todo en ascenso, para llegar al primer sendero.

Por fin el gps pita, marcando desvío a la izda., indicando el primer sendero del día.

Comienza en bajada, y prácticamente todo el recorrido va a ser sobre bastante hierba, que con la humedad de la mañana, hace que este muy resbaladizo apareciendo la primera caída del día (Hoy era un día que presagiaba bastantes caídas).

El sendero estaba bastante cerrado y constantemente las ramas se enganchaban en los cuernos de nuestros manillares provocando giros bruscos en la dirección obligando a mantener con fuerza el manillar.

Llegamos a la primera bajada de sillín al pecho, pero antes de tomarla nos paramos y vemos que la bajada esta cortada, han pasado una tubería y no podemos bajar, así que continuamos a pie.

Sin montarnos tenemos que subir una ladera bastante empinada, para salir otra vez a pista y seguir al siguiente sendero. Aquí algún valiente intenta subir dicha pendiente montado, lo que propicia la segunda caída tonta del día.

Ya estamos otra vez en pista y rodamos hacia nuestro segundo sendero.

Llegamos a el y nada mas entrar llega la tercera caída del día, y un poco mas adelante en una pequeña pero empinada subida llega mi caída (no iba a ser menos, jejeje) la cuarta.

Entre risas vamos avanzando por un sendero que pica en subida y te mantiene las pulsaciones a nivel alto, pero por el contrario la belleza del sendero nos hace disfrutar como locos y sacar nuestra parte más técnica.

Ya salimos del sendero nuevamente a pista, y contabilizando 5 caídas, pues antes de acabarlo se produce otra mas.

Seguimos camino y pasamos delante de una cabaña de cazadores, donde una división del club BTT de Ejea estaba preparando un almuerzo.

Paramos un poco a hablar con ellos y nos comentan que hacia el siguiente sendero que nos dirigimos esta lleno de cazadores y que no creen que podamos entrar, pues están al jabalí de resaca y es muy peligroso.

Decidimos continuar con nuestro plan, pensando que no seria para tanto.

Tarea nos empieza a demandar esas bajadas en sendero que le habíamos prometido pues estaba ya canso de tanto subir. Dando alardes de mi me memoria, le digo, “No te preocupes, ya llegamos, las subidas ya están hechas, ahora es todo bajada”.

Y si, comenzamos una larga bajada que acabo en el principio de una laaaarga subida, (jejeje no me acordaba de esta).

Subimos a buen ritmo y decidimos parar arriba a comer algo, para empezar con el tercer sendero.

Una vez arriba vemos un par de coches de cazadores, les preguntamos a ver por donde están. Nos dicen, que en los senderos que queremos hacer están con los perros, que es muy peligroso pasar.

Vaya fastidio, nos quedaba la mejor parte con un par de bajadas espectaculares.

Decidimos no arriesgar y volver a los coches, con mal cuerpo por no poder acabar la ruta.

Según estamos regresando vamos pasando por diferentes puestos de caza.

Antes de llegar a los coches pasamos por un cruce en el que nos marca -Sancho Abarca 12km-, nos miramos y rápidamente decidimos ir allí, era pronto y necesitábamos quitarnos el mal cuerpo, así que rumbo a Sancho Abarca.

Comenzamos con una larga subida que nos lleva a una zona de llaneo que unido al viento que llevamos a favor nos hace rodar muy rápido.

Una vez en Sancho Abarca tomamos un café para entrar en calor y vuelta.

Camino al coche sufrimos lo que ya teníamos previsto, viento, mucho viento, lateral y frontal, así que tuvimos que apretar para acabar.

Al final, bonita ruta “a medias”.

Totales: 58 KM,  Tiempo en movimiento 3:30 y 596 mt. de desnivel + acumulado.

Crónica Bardena Negra

Este domingo tocaba hacer una ruta muy dura por la bardena, mezclando la subida a la negra con la cuesta de la madera y para unir ambas con Murchante. Una kilometrada.

A eso, añadir que los días previos no solo hizo bastante frío, sino que pego un cierzo de narices. Por todo esto, el que se presentara este domingo, en el parque, era un valiente.

Bueno, a lo que estamos, parece que el mensaje que se colgó en el blog del club hizo efecto, ya que se presentaron una nutrida cuadrilla: Guillermo, Clelu, Roberto, Samuel, Fernando (bombero) en el parque así como Javier y yo (Diego) en el puente del Ebro.

Cruzamos el puente del Ebro y por detrás de la papelera salimos a la carretera de Cabanillas, y una vez  cruzada, para continuar recto, pasar por detrás del hotel Aire de Bardenas .

Poco después, nos metemos por unas trialeras que discurren paralelas a la carretera, y se encuentran en buen estado pese a las lluvias de días anteriores. Todos disfrutamos de ese tramo que nos lleva de nuevo a la carretera de Ejea y al comienzo de la subida a la negra.

Durante unos pocos kilómetros el cierzo nos empuja y rodamos alegremente, pensando que este, va creciendo en intensidad y que tarde o temprano tendremos que hacerle frente. Llegamos a un cruce muy próximo a la ascensión de la negra y decidimos quitarnos algo de ropa para la subida.

Guillermo y yo nos vamos un poco por delante y empezamos a subir con un ritmo majo ya que el aire nos favorece. Esta claro que hoy los karrikiris no tienen ganas de guerra y me dejan llegar primero como premio por escribir la crónica.

Una vez arriba nos ponemos al abrigo de una carrasca y nos vamos agrupando. Javier ayudado moralmente por Samuel demuestra que pese a que lleva poco andando en bici anda muy bien y llega poco después.

Comemos algo para reponer fuerzas y es entonces, cuando llegamos al momento clave del día. Hasta aquí, nadie había puesto en cuestión la ruta y ahora tocaba dirigirnos a la madera, pero, resulta que nadie sabe como se va. Como Fernando y Javier se Iván a volver para casa, alguien, propuso volver por Fustiñana todos juntos en vez de perdernos por la Bardena. Entonces alguien (como podéis ver no doy nombres) comenta, que estos no son los Karrikiris que el conocía y que llegaban a mas de las 4 de la tarde a casa. En fin, al final, la sensatez nos encamina todos juntos hacia Fustiñana.

Empezamos a descender por el camino que sale recto tal y como subes la negra y después de un rato, tomamos otro camino que nos lleva a una serie de toboganes y barrancos donde se estaba llevando acabo una batida al jabalí. Nos advierten que pasáramos rápido y nos vamos encontrando a cazadores con chaleco naranja por todos lados. Salimos de esta zona tan guapa y nos dirigimos a Fustiñana sintiendo el cierzo ahora si de cara.

Llegamos a la carretera de Tauste y la cruzamos para ir por el canal hasta Fustiñana.

En Fustiñana tomamos la carretera a Ribaforada y pasado el puente del Ebro, cogemos un camino que nos lleva al bocal. En el bocal tomamos otro camino que va paralelo al Ebro hasta Tudela, teniendo que parar antes ya que Chelu esta muerto de hambre.

En Tudela atravesamos la plaza nueva y en paseo del Queiles nos despedimos ya que yo me quedo en Tudela.
Al final 62Km desde Tudela y 75Km desde Murchante que no esta nada mal. Yo para la 13:10 estoy en casa y llego bien a comer.
Agradecer también los consejos que me fueron dando los Karrikiris para esta mi primera crónica. Eso es to, eso es to, eso es todo amigos.

CRONICA RUTA DE LA CICLOTURISTA LA GARNACHA (BORJA)

8 AM nos juntamos en Murchante para salir a realizar la misma ruta que la cicloturista que organizan en Borja llamada La Garnacha.

Este fin de semana los Karrikiris hemos salido repartidos entre el sábado y el domingo, puesto que algunas obligaciones no permitieron salir a algunos el domingo y aprovecharon el sábado para salir juntándose con los amigos del club TudelaBTT.

Para el domingo nos juntamos Guillermo, Roberto, Lete, Javier (un Tudelano que vino a probar un día con nosotros) y yo, Bauti.

Cargamos el carro del club con las bicis y rumbo a Borja.

A eso de las 9 y ya preparados para empezar, nos caen unas gotas, no eran muy fuertes pero nos hicieron dudar y decidimos salir con los chubasqueros puestos por si acaso.

Empezamos a rodar tranquilos disfrutando de la mañana pues el agua había cesado y la temperatura era idónea para el BTT.

Guiados por el gps pasamos cruces y desvíos.

Por fin nos acercamos a la primera subida del día con el pulso algo alto pues casi sin darnos cuenta el camino pica constantemente hacia arriba.

Empezamos a subir dirección el Santuario del Buste, en la subida buenas sensaciones en general yuna vez arriba nos desviamos por un sembrado.

Comienza la primera bajada por sendero, aquí alguno que esta en proceso de adaptación, a las ruedas grandes, sale disparado en el ultimo tramo y en vez de coger el camino a seguir pega un salto de puro DH, con lo que acto seguido, se pasa a la finca de enfrente esquiva varios almendros y consigue volver a la ruta, increíble!!!.

Continuamos entre risas y comentarios de la jugada y seguimos descendiendo entre pinos a buena velocidad hasta el Santuario.

Aquí hago parar al grupo pues oigo ruidos raros en mi bici. Le echamos un vistazo y localizamos el foco del ruido “no llevo pastillas de freno traseras”, decisión, cambiamos las delanteras atrás y aprovechamos a recibir un curso de mecánica por parte de Roberto y Javier.

Conclusión, atrás vuelvo a frenar y delante voy sin frenos, en fin.

Seguimos rodando entre pinos por una zona muy chula, para ya dirigirnos a la subida del día, dirección molinos eólicos = buena subida, jejeje.

Antes de encarar esta subida paramos a comer algo y Javier nos comenta que empieza a estar algo tocado de piernas así que descansamos un poco y manos a la obra.

Llegamos a pie de la subida y empezamos a rodar cada uno a nuestra marcha, Lete y yo cogemos un buen ritmo y disfrutamos una subida entretenida, una vez arriba el resto no tarda en llegar excepto Javier que ya encaró con las piernas justas y una subida de estas te las hace pasar muy mal.

Al final y tirando de coraje llega arriba.

Nos tomamos un pequeño rato para tomar aliento y rodamos a buen ritmo entre los molinos.

Antes de llegar a la carretera que baja al Santuario el GPS nos desvía por un sendero a la derecha. En este punto Javier decide volver al coche y esperarnos pues va muy cargado de piernas. La verdad que con lo poco que lleva andando en bici (Unos dos meses) se portó como un jabato pues estábamos en el KM 40 y ya habíamos subido todas las subidas duras del día.

Nos adentramos ya en el sendero y comenzamos a bajar, tengo malas sensaciones con los frenos cada vez voy a menos y casi no me frena así que me tiro en las bajadas controlando todo lo que puedo.

En una bajada rápida, delante de mí, Lete clava la rueda delantera en una trialera y como cual cohete de la nasa, se empezó a elevar su rueda trasera hasta pasar por encima de su cabeza y despega saliendo disparado.

Yo iba detrás de él y sin frenos con lo que solo podía gritar como un descosido:

-«Voy sin frenooooooooos, no puedo frenaaaaaaar»

Intentando que me oyera para que se retirara, lo antes posible, por que si no lo iba a pasar por encima…

Menos mal que con un alarde de movimientos se retiró, enganchó la bici y antes de que yo pudiera frenar ya estaba nuevamente montado.

Paramos a ver si le había pasado algo y nada, estaba intacto. Este chico es mas duro que el Alcoyano.

Aproveché la parada para revisar mis frenos, pues así no podía ir y vimos que estaba suelta toda la pinza, uff que día llevo, reapretamos tornillos y menos mal; otra vez frena.

Seguimos camino y nos adentramos en un sendero muy chulo, con algún escalón de estos de sillín casi al pecho, que nos llevo a una bajada por una pradera, que, al estar húmeda resbalaba pero que disfrutamos mucho.

Ya, por fin, cogimos la pista que nos lleva a Borja.

Este punto parece que ya es el final pero engaña, son 10 Km. de puro rompe piernas, con un constante sube baja, que unido a que se va a buen ritmo te funde sin darte cuenta.

Ya divisamos el coche, fin de una ruta muy chula y entretenida que ya es un fijo en nuestro calendario.

Totales: 60 KM, Veloc. media 17 Km/h, ascenso acumulado 954 mt. Tiempo en movimiento 3h y 30 min.

 

 

Salida a Agramonte

Domingo por la mañana, me levanto y miro por la ventana, día espectacular para ir en bici.

Me preparo y pongo rumbo a Murchante. La hora de salida de la ruta de hoy era las 9.
Cruzando el pueblo para llegar al parque, donde nos juntamos, paso por la plaza mayor y allí se concentran bastantes personas y no tan personas alrededor de una hoguera inmensa en la cual se iba a realizar un almuerzo popular.
Alertado por los gritos de varios paro y me acerco, dios!!, son Karrikiris pero estaban como transformados, no entendía muy bien su lenguaje y las frases que decían no tenían mucha coherencia, jejeje se ve que la noche había sido dura.
Decido seguir y no sucumbir a los encantos de un buen almuerzo y vino a tutiplén y acercarme al parque.
Llego unos 10 minutos tarde de la hora y no veo a nadie no se si se han ido o no han aparecido.
Como estoy solo hago lo que me da la gana, jejeje y decido cambiar la ruta que en principio era subida a la negra pero con las lluvias del sábado me figuro que estará mal el camino y marco en el gps una ruta que tenia guardada hace tiempo dirección a Moncayo.
Salgo de Murchante por una pequeña carretera dirección Cascante que es donde se inicia el Track que voy a seguir. Ya en Cascante me desvío por caminos dirección Moncayo. En el camino cruzo Monteagudo y Novallas donde me desvía cruzando el río por la ruta de los Azudes según marca una señal.
El terreno esta bastante húmedo pero no hay mucho barro por lo que voy a gusto; y por fin llego a Tarazona,.

La imagen que tengo del Moncayo es poco alentadora pues hay un nublado «de aupa», y me da miedo, no me caiga una chaparrada.

Como la ruta pasa por Grisel decido subir a la Diezma y dar media vuelta, que no quiero tentar la suerte.
Casi saliendo de Tarazona, el track me desvía por un camino en principio no se veía muy encharcado, pero en cuanto empiezo a rodar cada vez me voy hundiendo mas y empiezo a rebozarme, cual croqueta en pan rallado, y ya no distingo el color de mi bici, nooooooo!!!!!.

Consigo salir como puedo de esa zona y ruedo un poco por carretera dando saltos por todos los dados para intentar limpiar la bici y a uno mismo.
Una vez, mas o menos aparente, decido no proseguir pues según avanzo los caminos están peor y me vuelvo a Tudela por la vía verde.
La vuelta se hizo algo dura puesto que al ir no note viento (Lo llevaba a favor) pero bajando a Tudela si que lo note y mucho (lo llevaba en contra) por lo que tuve que agarrarme con fuerza al manillar y bajar todo el camino tirando a muerte.

En la estación de Murchante decido parar a comer algo, pues el esfuerzo estaba siendo importante al no tener a nadie para poder relevarme, recupero algo de fuerzas y camino a Tudela.

Una vez aquí paso por la gasolinera a lavar bici y biker…y vuelta a casa.
Total: 50Km, con poco desnivel pero a causa del viento se hizo de intensidad media.

Fdo: Bauti.

 

Pedaleando bajo la lluvia

8:00 de la mañana; toca el despertador y me levanto con muchas ganas de pedalear, me asomo a la ventana…

Y que desilusión está lloviendo.  v

Vuelta a la cama. Otra ruta del calendario que no podemos realizar por culpa de la lluvia…
10:00 de la mañana me despierto y cuál es mi sorpresa cuando veo que hace una mañana «espectacular»: buena temperatura y nada de aire, así que empiezo a pensar me voy a correr, llamo a alguien para salir con la bici…. a lo que oigo el whatsapp.

Es Guillermo diciendo “vaya mañana más buena” y le contesto “salimos por carretera”  a lo que sin dudar acepta mi propuesta así que corrreeeee!!!!! desayuna cómo un rayo ponte la indumentaria ciclista y a pedalear.
10:50 horas salgo contentísima, tenía unas ganas y un mono de bici inimaginable, me dirijo a casa de Guillermo y comienzan a caerme unas gotas ¡¡¡NO PUEDE SERRRRR!!! ¡¡que acabo de salir de casa!!!
Reunidos en casa de Guillemo, más Chelu y yo Marta (Lady Boni) decidimos salir; que lo que cae no es para tanto…
11:15 horas comenzamos la ruta por el camino de Cascante y el chirimiri del principio comienza a convertirse en chaparrón pero una vez mojados qué más da un rato más que uno menos.

Como la temperatura es agradable no tenemos frío, así que seguimos adelante. Cogemos la calzada romana  nos ponemos en fila y realizando relevos llegamos a Fitero. Nuestra idea era subir el Espinete pero ahora ya esta jarreando por lo que vamos a Cintruénigo y cogemos la carretera hasta Murchante.
13:30 horas mojados, empapados y alguno hasta ha lavado el culotte por el camino jajajaja llegamos a casa y para de llover, casualidades de la vida, pero últimamente me parece que la lluvia persigue a los Karrikiris, porque allí dónde vamos llueve….
A ver si la próxima salida podemos realizarla y seguir con el calendario.

Domingo 30 – Carretera al Buste

8:00 AM suena el despertador, miro por la ventana nublado algo de chirimiri muy suave, viento y frío. Abro el cajón de la ropa kit de invierno a tutiplén sin ninguna duda.

A las 8:45 he quedado en el Elola con Cesar Aguado y juntos bajamos al parque de Murchante lugar de encuentro de los Karrikiris en cada salida.

Allí solo esperando estaba Diego de Tudela. Esperamos un poco y al ver que no aparecía nadie nos dispusimos rumbo a nuestra ruta improvisada. En principio la ruta era la de las tres cimas pero dado el frío que hacia y las ultimas lluvias decidimos cambiar y optamos por subir por carretera hasta el Buste, bajar a Borja y volver por Mallen.

Así que los tres mosqueteros, Bauti, Cesar y Diego nos pusimos manos a la obra.

Accediendo por la vía verde, nos salimos en Malon y ya por carretera Cunchillos y camino al Buste. El ritmo que llevamos es bastante alto y al poco empezamos a avistar nuestra subida del día El Buste.

La verdad es que mas que cuesta casi parecía un llano y ayudados por un viento a favor subimos como centellas manteniendo en todo la subida unos mas que aceptables 18 km/h mas menos.

Una vez arriba en los molinos eólicos nos para la guardia civil y nos comenta que esta cortada la carretera que hay un rally en Borja.

Decidimos seguir por el camino de los molinos y bajamos por la cuesta del peludo, una conocida nuestra, pero en formato subida.

Ya en Borja paramos a tomar un café y decidir estrategia, dado que nos tocaba cambio de dirección y el viento iba a ser en contra.

Al final salimos carretera rumbo a Mallen. Ya en marcha el viento empezó a azotarnos y tuvimos que rodar en fila dándonos relevos para mitigar en la medida de lo posible el impacto del viento que  nos daba fronto-lateral.

Por fin llegamos a Mallen realizando un esfuerzo importante pues el viento en vez de cesar cada vez era mas fuerte.

Ya en Mallen decidimos volver por el canal imperial, en este punto llevábamos unos 60 km y nos quedaban otros 30 mas menos para llegar a Tudela.

Una vez en el canal el rodar se hizo casi penitente pues ahora el viento nos tocaba justo de frente y corría con mucha fuerza, nos armamos de valor y avanzamos canal arriba. A mitad de camino comentábamos que llevábamos la misma velocidad y relación de engranajes que utilizamos para subir al Buste, el viento nos estaba simulando en una zona cómoda y llana, una subida considerable.

Llegando a la altura de Ribaforada las fuerzas empiezan a fallar y decidimos parar a comer algo para poder enfrentarnos a la parte final. Nos comimos unas barritas y a darle.

Por fin Tudela, 4 horas y media y 90 km que con el viento que tuvimos durante 40 km se hicieron más duros de lo normal.