Crónica: Bardena Negra – El último fin de semana del verano 2015

Domingo y salgo de corto.

Son las 8:40 y voy pasmado aunque la previsión meteorológica dice que tendremos una mañana espectacular, así que llego al parque y me coloco en una rayada de sol. Bien quieto…y a esperar al resto.

A las 9:00…aproximadamente…. aparecen por allí:

Cesar y Patxi con un amigo (Antonio), Jarauta y Carlos (sierra), Germán, Marta Bonilla, Samuel, Unai y un mocico que rondará su edad al que llama (Vasco). Yo (Iñaki) quieto en mi rayadica de sol, mientras discuten el sexo de los ángeles… Finalmente sale ruta. Hacia la Bardena negra…

Bajamos a Tudela por el camino y atravesamos el puente del Ebro en dirección al «Aire de Bardenas» (hotel «raro raro raro», pero con su encanto). Pasamos junto a él y disfrutamos de los toboganes que hace la senda que discurre paralela a la carretera de Ejea.

Más adelante dejamos a nuestra izquierda la cuesta que lleva al Balcón de Pilatos y continuamos hasta cruzar la carretera.

Frente a nosotros, «La plana de la negra».

Una imponente meseta con una cuesta de la que siempre guardo mal recuerdo. Sensaciones adquiridas años atrás, con unos kilillos de más…

Subimos contando chistes (textualmente) y sin sobrealiento. Esto es otra cosica…

Subimos de forma civilizada y las pulsaciones se mantienen en su sitio. Que bien!!!

Arriba cogemos el primera camino a la derecha y pronto empezamos a descender muy rápidamente.

Unai: -«como coges posiciones eh…»

Yo: «Que no… que voy a a bajar tranquilico….y…»

Y pasa Antonio pedaleando como si no hubiera mañana.

Yo también quiero!!

Me lanzo a por él que está ya a mas de cien metros y poco a poco lo alcanzo. jujuju

Me coloco prudencialmente tras su estela y vamos perdiendo altura a marchas forzadas hasta que decide que una curva no es lo bastante abierta para él….

«donde vaaaaaassss».

Finalmente reconduce la situación y de reojo, lo veo poco más atrás arreando otra vez para abajo.

Nos detenemos al final de la cuesta y Unai viene «loqueando»

-«Maravilloso, que pasada, increíble, como la gozo….»

Vamos que al mozo le ha gustado la cuestica…jeje

Giramos de nuevo a la derecha y tras un tobogán ascendemos hasta llegar a unos «labraos» donde apenas se puede ir montado puesto que la rueda se hunde en la blanda tierra.

De ahí, pasamos a una trialera que yo no conocía y que Antonio nos descubre. Muy chula, la verdad.

«Unos «labraos» mas tarde», volvemos al camino donde serpenteamos rodeando los preciosos cañones  de la zona.

Recordamos como hace unos años, nos acompañaros unas chicas del club y una amiga suya se caía una y otra vez avisando con un grito antes de dar con sus huesos en el firme.

Continuamos hacia Fustiñana y estamos con ganas de jugar…

Bajamos a ritmo alegre y en estas, veo una ladera/terraplén  empinado que asciende unos 3 metros a la derecha del camino.

Antonio que se lo sabe, encara hacia allí y sube para situarse en la cresta y como no, allá voy yo que me ha gustado la cosa.

Arreo fuerte y subo a toda velocidad pero

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

-«Pifostios, y la madre de piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii»

Al otro lado hay una balsa de agua y me veo ya en el agua.

En el último segundo, freno de no se que forma y me quedo con la bici mirando al cielo, y  jurando en arameo mientras el cabrito
se descojona…

Una vez de nuevo en el camino me entra la risa….uf uffff

Bajamos a Fustiñana y de allí a Cabanillas, junto al Canal, para acabar tomando una cerveza en el Bocal, junto al Roble milenario.

La vuelta a casa es tranquila y por el camino paralelo a la autovía, desde Eroski, llegamos al Tarazonica y de allí a casa.

Una ruta, divertida de unos 65 Kilómetros.

Crónica del día en que se empezó a gestar una locura

Hace 7 días, Chelu y yo (Iñaki) nos encontrábamos en el parque solos decidiendo qué ruta realizar.

Una semana después, no sé si por coincidir con el inicio de la escuela de los niños o vaya usted a saber la causa…estamos 9
Karrikiris en el parque + un epipuerto.

Chelu, Jarauta, Carlos (sierra), Saso, German, Gerardo, Femín, Dani, Aitor (epipuerto) y yo.

Decidimos ir hacia Roscas (zona de Baños de Fitero) y comenzamos a pedalear rumbo al estrecho, para posteriormente ascender
por la cuesta del Boquerón.

Pasamos viñedos y al poco pasamos junto a la estanca de Cintruénigo que apenas cuenta con un palmo de agua, donde aun así
un millar de aves aprovechan para refrescarse.

Atravesamos la carretera «de Madrid» y  nos internamos en otro camino que nos deja en el  polígono industrial de Fitero.

Toca rodar por asfalto un par de kilómetros hasta que al pié del Espinete, volvemos a ver la tierra bajo nuestros neumáticos.

Pensábamos subir por detrás de roscas, pero de repente recuerdo una ruta que va a Cervera del Río Alhama y como parece que el resto no la conoce, optamos por
continuar por ahí.

Llegamos a la carretera que va de Baños de Fitero a Cabretón y descendemos por ella, hasta el río para coger un camino que discurre junto al cauce.

Aviso para que no se me asuste el personal:

-«Pronto, esto se acaba, empieza algún banco de arena y poco después toca arrastrar la bici por unos pedregales hasta una subida imposible que dará  a unos senderos…»

La verdad es que cada cual va a los suyo conversando y no dicen nada pero cuando llevan 500 metros arrastrando bicis, algunas caras empiezan a cambiar diciendo:

-«Alarm!! Alarm!! Emboscada!!!!»

Ascendemos un pequeño terraplén y por fin nos encontramos en la ladera que yo buscaba.

Las ovejas y los años, han formado pequeños senderos por los que avanzar y sé que unos kilómetros más adelante está una vía verde balizada.

Disfruto como un enano, sortando árboles, pedruscos…y algunos de mis compañeros también. Otros… cabecean negando con la cabeza…jijiji.

Al fondo veo una rampa que me es conocida. Miro detrás y veo que la comparsa se ha alargado bastante pero allí van todos. Unos en bici y otros arrastrándola.

Asciendo a molinillo y me paro arriba. la procesión de «negadores» cabeceantes avanza en penitencia…

-«Sierra!!» Es chula o no la rutica??

-«Es diferente.  DI FE REN TE»

-«Comprais bici de carretera y os amariconais…..jijiji»

Llegamos al balneario de la Albotea que aun no está abierto al público y pasamos por detrás del mismo, ya por un camino mas ancho y sencillo para, poco a poco
avanzar por toboganes hasta llegar a la zona balizada.

El terreno es propicio para dejar «fluir» la bici y solamente hay que preocuparse por no estamparse contra algún viandante o mascota que venga de frente paseando.

Llegados a Cervera, el grupo decide volver y desandamos el camino hasta el balneario del la Albotea para salir a carretera en ese punto.

Atravesamos la rotonda del Sanda cual locomotora a relevos y pasamos Baños de fitero para coger una pista cementada que discurre junto a la carretera.

Pasamos por Fitero en Fiestas y salimos por el camino que parte junto al polideportivo de la localidad.

En este tramo, «Fermín Dumolín», me sorprende y lo veo a mi lado tirando del pelotón; puestos en firmes. Este Fermín se está creciendo con lo que masculla
en su mente…

Al poco, dejamos Cintruénigo atrás con sus fiestas y volvemos hacia el Boqueron y de allí a casa.

P.D:

Una oscura sombra en el oeste va tomando forma y  arrastrados por el viento, tambores de guerra, se escuchan en la lejanía.

No se precisar del tipo de mal que aqueja la mente de los bikers o si se trata de  conjura de algún tipo, pero la locura se apodera del grupo.

Tras algo de presión y tortura, alguno de los integrantes grita confesándo, desesperado:

-«Sí!!!! lo siento pero no puedo resistirlo mas… Me he inscrito para los 10000 del Soplao!!»

Silencio, miradas fijas, bocas abiertas y una sensación que envuelve a parte del grupo, constatando lo que
algunos no nos atrevíamos a confesar…

No es el único sabedor de que; cuando las trompetas suenen… un nutrido grupo de Karrikiris acudirán al Infierno Cantabro…

 

Crónica: A por el Buste!!

8:30 de la mañana. Estoy reventado… pero voy a acudir a mi ruta «bicicleteril».

Ya están Jóse y Roberto en el parque, cuando llego yo (Iñaki).

Al poco asoman Diego y Cesar. Un par de minutos después se presenta Guillermo, Emiliano, Hernando y Ferrer.

Cuentas las malas lenguas que alguna, devota como lo es de TODO EL SANTORAL… estaba adorando a San Mateo…. patrón del laurel, y el zumo fermentado de uva…

También debía estar tomando medidas para una hornacina para el santo, hecha  de ALUMINIO, algún otro….

Los mentideros decían que, algún gigante… tras correr 6 kilómetros por Cortes, estaba reventado y no ha podido levantarse…

O que el clarividente oráculo (que todo lo ve  más que bien…»doble»), …estaba de boda…

También decían de un ferretero, que este año cumplía tradición…viniendo a la primera ruta…. y ya no volvía en todo el año…

Que raros son los rumores… que dicen tanto y de nadie hablan…

 

Aun así y todo, la compañía del anillo (eso es de otra crónica),  salimos del parque hacia Soladrero para salir por la parada de autobús.

Mientras abandonamos el pueblo, vemos a los «andarines», que empiezan a disfrutar de una marcha (si no recuerdo mal denominada «Los Olivos») y van cuadrilla.

Pasamos la antigua estación de tren de Murchante y nos internamos en el término del Saso, a partir de donde iremos charlando hasta la recta de Ablitas.

Continuamos hacia el Pago de Cirsus, pero un responsable Roberto, nos anima a NO pasar junto a las vacas de Arriazu, pues «están alteradas con las fiestas de tanto pueblo y….»

(recuerdos taurinos: https://karrikiribtt.wordpress.com/2011/08/31/que-faena-la-de-aquella-tarde-dos-orejas-y-el-rabo/)

Tras el desvío, continuamos por tierras Ablitenses, para volver, unos kilómetros más adelante, a empalmar con la ruta original.

Nos toca ascender varios toboganes suaves, y nos lo tomamos con calma.

Llegamos al corral de Ovejas, donde empieza la cuesta de los pinos.

Reunimos el grupo y empezamos a ascender. La verdad es que la mañana es perfecta. Sin sol directo, con un viento suave… vamos, ideal para dar pedales sin sofocos.

Arriba, donde terminan los pinos,  volvemos a reunir al grupo para proseguir juntos.

Continuamos por los toboganes hasta el pueblo del Buste.

Mientras Jose y yo charlamos, los 3 flacos se adelantan unos metros para detenerse en la fuente.

Unos segundos después llegamos nosotros,y saludamos a un grupo, que creo son de Tudela y que también han parado en el pueblo.

Van llegando el resto y no localizo a Guillermo.

Miro atrás y veo que está charlando con los chicos del otro grupo.

Después me diría que durante la conversación, le comentaron que nos suelen leer, lo cual me hace especial ilusión (un saludo desde aquí chavales!!).

Los malacate-boys, quieren volverse pero les convencemos/engañamos para que asciendan hasta arriba.

Subimos hasta la casa de San Roque (lo pone junto a la entrada) y poco más adelante a la ermita, sin detenernos.

Toca el último repecho del día. Nos adentramos en el camino ascendente y unos minutos después estamos arriba junto a los molinos.

Desde allí, los MB (malacate-boys), acompañados Cesar, alias «EL HOMBRE DEL GPS» ,se vuelven, para llegar pronto a casa….jajaja

(Hay rumores de que «los primos», escuchan decir: «GPS», y se echan a temblar, después de la experiencia de ayer…)

 

El resto del grupo rodamos por encima de la meseta en busca de la ladera próxima a Borja, para descender por la cuesta del avión.

Empezamos el descenso y Guillermo, me dice:

-«Iñaki, arrea!!»

No quiero correr como lo hacía antes pero me pongo en posición y empiezo el disfrute… (lease: teorema de la cabra y el monte)

Como puedo, miro de reojo, y veo que Roberto y Guillermo se han tirado, tras de mi.

Bajamos disfrutando como enanos, hasta que recuerdo una curva un poco traicionera y reduzco, derrapando un poco de atrás para que la bici gire y….

PASA GUILLERMO Como un toro desbocado, ojos abiertos del tamaño de sartenes y la cara desencajada.

Creo que aun le escuchaba decir:

-«Sooooo!!!! quieeeeta!!!! paraaa!!!! sooo sooo sooooooo!!»

Por suerte, junto a la curva había un camino, a la izquierda que entre derrape y baile tembleque… procede a investigar…

Roberto y yo una vez que vemos que está vivo y coleando, nos echamos a reír (que reír… nos descojonamos!!!). jajaja

Volvemos a tomar velocidad y llego a una curva un pelín…. pasado…

Coche de frente!!

Ancla al suelo, derrape de atrás y consigo girar, mientras grito, desgañitándome:

-«Cuidado, Cacheeeee, Cocheeeee!!!!»

Lo último que veo del vehículo, es al hombre, braceando cariñosamente hacia mi…

Detrás compruebo que Roberto y Guillermo han salvado la situación.

Ya abajo, esperamos al resto, rezando para que ninguno pusiera sus babas en el parabrisas del «cariñoso hombre del  puño en alto» (que es como le he bautizado).

Pasamos por la granja de cerdos en dirección de la Estanca de Borja y….

Psss, psssss Pssssss,Pssss

He pinchado y nadie lleva espuma mágica. Yo llevo poco líquido el las cubiertas….

No queda otra, que meter una cámara que Jose, por suerte, lleva…

Minutos más tarde estamos rodando de nuevo.

Bajamos hasta el Pago de Cirsus, a buen ritmo y de allí nos atrevemos a pasar por las vacas, rogando al cielo que ninguna esté por ese lado de la finca.

Dejamos atrás el ganado y a Diego se le ocurre echar una siesta.

Ni corto ni perezoso, prueba a ver si los arbustos junto al camino son cómodos, pero se levanta disparado al grito de:

-«Estoy bien, estoy bien!!»

Casi sin darnos cuenta, estamos cruzando la carretera de Ablitas y al fondo vemos dos figuras….

Una de negro/ blanco y otra de amarillo…

-«No puede ser!!»

-«Si son los M-B!!!!»

Les damos alcance y Emiliano nos mira con ojos de incredulidad…

Hernando confiesa:

-«Hemos hecho caso del GPS!!!  Mecagüen que mañanica…. por labraos…. por aquí, por allá…. anda anda que…… tira tira….»

Con una sonrisa en la boca, llegamos al pueblo tras 66 kilómetros de divertimento.

 

 

 

Visitamos Bardenas

Sabéis aquel que tira la piedra y esconde la mano??

Pues así ocurrió esta pasada semana…

Una moza, insistía…

-«Yo quiero Bardena, que yo quiero Bardena, que vamos a las bardenas, que hace tiempo que no vamos a las Bardenas…»

Y seguía:

-«Hacemos la ruta por las Bardenas que hicimos junto a los de Buñuel? eh ? si? eh? si? venga, venga que sí que vamos…»

Y claro, por no aguantarle… a la Bardena que vamos todos…

Lo curioso, si no insólito, ocurre cuando, dadas las 8:20 a.m. me acerco al parque, donde me encuentro a Gerardo.

Me froto los ojos y sigue ahí, no es una visión. Mr Lamana ha venido!!!

En unos minutos aparecen:

Guillermo, Chelu, Samuel, Emiliano, Roberto, Jarauta, Alayeto, Jose  y yo (Iñaki).

Además aparecen cual limones, Hernando y Ferrer.

Esperamos, esperamos y esperamos pero la cansa de la Bardena no aparece…

Empezamos a sospechar que está «apatruyando» Cintruénigo, no sea que haya una fiesta y se la cuenten…

Dejando la fauna fiestera con su resaca… a lo que íbamos:

Aun no hemos salido del parque y Hernando dice que en cuanto llegue a la recta de Arguedas, se da la vuelta.

Ya en Tudela, junto al puente del Ebro, están Cesar, Patxi e Inés que se ha animado a acompañarnos. Menuda cuadrilla!!

Pasamos el puente del Ebro y avanzamos despacio por los sotos del Ebro hasta llegar a la recta de Arguedas.

Continuamos por el camino favorito de Chelu y al poco miro atrás.

Ahí están todos, incluido Hernando.

Tengo alguna duda con respecto a dos puntos de la ruta y como sé que Cesar ha rodado bastantes veces por esa zona le pregunto.

Nos desviamos a la derecha y unos kilómetros después nos plantamos ante las primeras rampas de la ascensión a Valdecruz.

Arriba, esperamos a reunir al grupo.

Uno de amarillo, sin emitir sonido alguno llega gesticulando:

La madre que me pario, la madre que me vino a parir, me cago en…»

(se me ha olvidado lo que pronunciaba…)

Continuamos para completar las últimas rampas, ya más suaves y volvemos a reunir el grupo en las piedras blancas donde se une con el camino
que lleva al Balcón de Pilatos.

Por fin las respiraciones se serenan y parece que todos vamos bien.

Avanzamos y unos kilómetros más adelante están un nutrido grupo de Arguedas, con los que iríamos hasta «la Nemesia» charlando.

Uno me dice que llevan la mañana accidentada de narices:

-«Uno ha caído en una zanja, ha partido el puente de la suspensión… yo llevo la patilla doblada…»

Al llegar a la balsica/charco/loque sea. Nos detenemos para volver a reunir al grupo, mientras los Arguedanos comienzan el descenso.

Se oye algún comentario:

-«¿Pero esto es normal? Todo el día cambiando, todo el día cambiando!!»

-«Normalmente con la otra (la de carretera) no cambio tanto!! amos joder!!»

Explicando lo que falta a uno, y donde estamos a otros, se pasa el rato, bajo la ladera de «Tripa Azul» y al poco volvemos a montar.

Empezamos el descenso por la madera y yo mismo me repito:

-«El hombro, no hagas el tonto, el hombro…»

Samuel va por delante y Roberto le sigue.

Samuel se está yendo…

Que le den por saco al hombro…

Yuhu!!

Varios derrapes en curva al grito de Ahiiiiiaiaiaiaiaii…ufff!!!!

Y pillo a Sam, para terminar la bajada juntos.

Llegamos abajo y Samuel me mira con ojos tamaño ensaladera:

-«Que pasada!!!!»

Y unos segundos después

-«Había curvas jodidas eh…. jijiji»

Nos detenemos y poco a poco van goteando nuestros compinches, hasta completar el grupo.

Avanzamos por la perimetral del polígono y es aquí donde tengo la otra duda del día.

Cesar me explica que el camino debería salir tras pasar la cabaña de Zapata y después de un rato
rodando, lo encontramos.

La zona es muy chula y aunque no tiene grandes complicaciones, la continuas grietas en el camino
lo hacen divertido.

Atravesamos un barranco y al poco se empiezan a dar los primeros signos de desfallecimiento de alguno.

Bajamos el ritmo y parece que el personal aguanta bien.

Me quedo atrás con uno, y mientras echo la mano a su riñón, veo delante que uno (el brújula) que se ha situado delante…

toma un desvío a la izquierda (cuando yo pensaba que iríamos a la derecha).

Salgo disparado y ya delante le digo:

-«Pero sabes a donde nos llevas por aquí?»

-«No!! uno ha dicho izquierda y oye… me he metido…»

-«Hay alguno que va muy justico y los llevas a las cuestas del rey. Por el otro lado es más largo pero todo llano… tu verás…»

Detenemos al grupo para discutir el tema y en ese momento alguien detecta la rueda baja de Ferrer.

Entre que inflamos y tal… Los que dicen que van más flojicos… dicen que van tirando para delante, otros  que también por si acaso… y al final nos quedamos
cuatro tontos abajo, hasta inflar la rueda.

Cuando emprendemos, no se ve a nadie por delante.

Empezamos a ascender y pronto vemos a la gente y subimos mientras nos toman fotos.

Avanzamos y ya arriba esperamos a reunir el grupo.

A algunos no les hace mucha gracia la cuestica y llegan, con cara de odio…(lo dijeeeee, lo dijeeeee y no me hicieron casooo).

El contrapunto, lo pone Ines, a la que le da un arrebato amoroso y salta encima mia…jejeje

(me explico) A mi espalda escucho:

-«Iñaki, Iñaki, aaaaaaaa!!!»

Y al volverme veo a Ines con bici y todo que ha perdido el equilibrio y se cae sobre mi.

Aun consigo agarrarla, con la ayuda de alguien más y conseguimos que toque el suelo… pero poco.

Más tarde, tomando una cerveza, veo que tiene algo de sangre en una rodilla, pero nada grave.

Patxi, a buen seguro, sabrá como cuidarla.

Tras el incidente, aparece Patxi, que había parado a mitad de cuesta a sacar unas fotos del personal.

En teoría, lo que queda,  es todo para abajo, pero la realidad es que aun hay unos toboganes hasta que el camino nos deje en la carretera de Ejea de los Caballeros.

Acabamos de cruzar la carretera cuando, por detrás, veo que  uno (que fuma puricos y arregla calderas… pero no daré nombres…) emprende por la carretera sin decir nada…

-«Oyeeeee, que vamos a tomar una cerveza aquí en el hotel este!!!»

Sin decir ni mu,… gira más rápido que un colibrí y se pone cabeza de pelotón a tirar hacia el hotel (el poder de la mente!!).

Tras dos tragos recupera las ganas de hablar perdidas dos horas antes…jeje

Salimos y nos acercamos a Tudela, donde despedimos a nuestros amigos Tudelanos y continuamos a Murchante.

Aun pensamos en hacerle una visita a Bauti pero si entramos en el huerto semejante cuadrilla, no queda en pié ni una planta del terruño. 🙂

Una ruta de 75 Kilómetros, no muy exigente pero completa y bonita que seguro empieza a ponernos en forma para una temporada que ya ha empezado.

Gracias a todos por acompañarnos y ESPERAMOS VEROS EN PRÓXIMOS FINES DE SEMANA!!

 

 

 

 

 

III MARCHA BARDENA NEGRA – FUSTIÑANA 2012

Por fin llegó la esperada marcha de La III Bardena Negra que organiza el C.C. Pontimayor de Fustiñana.

Para tal evento, un nutrido grupo de Karrikiris nos desplazamos hasta Fustiñana . A las 7:30 de la mañana quedamos en la gasolinera del Eroski, Marta Bonilla, Juan Carlos, Guillermo, Enrique, Chelu, Dani y Andrés que venían desde Murchante, y yo ( Bauti), que salía desde Tudela. Allí ya en Fustiñana acudió Fermín que fue por libre.

A las 7:45 recogemos dorsales y como vamos con tiempo de sobra, nos tomamos un café mientras comentamos apuntes sobre la próxima aventura Karrikiri “El camino de Santiago”, pero bueno esto será para un poquito (días) más adelante.

Acabado el café, vamos a por nuestras monturas y rumbo a la línea de salida. Ya empiezan los primeros nervios, fieles a su cita cada vez que acudimos a alguna marcha.

Nos colocamos en la parrilla delantera, pues hoy era mi día,  llevaba tiempo queriéndome probar y este había sido el día elegido, para ver como rindo con una marcha más.

Dicho esto, me han dado la responsabilidad de relatar la crónica, así que va a parecer más un monologo que una crónica. En fin son ordenes del club así que manos a la obra, jejeje.

Por fin se da la salida, rápidamente empezamos a tomar las primeras posiciones Juan Carlos que también parece animado y yo.

Durante los primeros 20 Km rodamos a buen ritmo pero controlados por el coche de la organización que limitaba la velocidad ya que hasta el primer avituallamiento la carrera va controlada.

En un momento nos presentamos en el primer avituallamiento, donde comemos, bebemos y nos ponemos en la salida porque empiezan a llegar más bikers que van cogiendo posiciones y si no sales algo adelantado, luego es casi imposible adelantar al haber reagrupamiento al salir todos en pelotón nuevamente.

Ya empezamos a ver al Team Karrikiri al completo, así como a la sección montaña del club de carretera Manolete, también de Murchante y que no quisieron perderse esta cita.

Juan Carlos me comenta que las piernas le están empezando a pasar mala jugada y se le están empezando a subir las bolas (se nota el parón de agosto).

Se da la salida en el avituallamiento y ésta si es la buena, la gente empieza a correr como almas que lleva el diablo y si no quieres perder comba hay que aguantar, al poco pierdo a Juan Carlos, se ve que las piernas le están dando lata.

Con las pulsaciones bastante aceleradas, empezamos la subida a la Negra (cuesta emblemática en esta marcha). Empiezo fuerte pero decido guardar algo, no vaya a ser que reviente antes de tiempo. A mi ritmo me va adelantando alguno que otro hasta que me pasa Guillermo de Arguedas, un buen amigo de los Karrikiris, el cual al adelantarme me dice “Bauti píllame rueda que subimos como un tiro”, dicho y hecho, me engancho a él y me sube a tope. Guillermo está muy fuerte y mete un ritmo bestial. Un poco antes de finalizar la Negra me descuelgo de él, ya que mis pulsaciones van a doscientos y le invito a que siga. A mi ritmo acabo la Negra y una vez arriba, la verdad es que me encuentro bien. Ya en el llano imprimo velocidad, superando los 35 Km/h. Empiezo a adelantar gente hasta que contacto con el grupo de Guillermo y un poco más adelante veo al grupo de cabeza. Rodamos un grupo de 5 corredores a buen ritmo hasta que el primero se cae y vamos todos detrás,  uno por la derecha, otro por la izda. Y yo salgo disparado haciendo un caballito y menos mal que se me soltó la cala y pude caer de pie sin más consecuencia. En el suelo está Guillermo. Voy rápidamente a ver cómo está (la verdad es que se dio buen trompazo, raspones por el brazo, cadera, etc…). Pero después del primer susto parece que está bien y puede continuar.

Así que los dos juntos retomamos la marcha y después de unos metros tanteándose Guillermo me da el ok y decidimos imprimir ritmo para intentar alcanzar al grupo que habíamos perdido.

A relevos los dos fuimos como balas avanzando y adelantando a gente, y después de varios kilómetros a todo trapo, conseguimos divisar de lejos al grupo que habíamos perdido.

La verdad es que las piernas respondían y me lo estaba pasando pipa con Guillermo. Hicimos un tándem muy bueno.

Pero al final llego lo inevitable, rodando con un grupo de 6 ó 7 me veo fuerte y decido dar otro arreon. Me lanzo y solo tengo que decir: “vamos Guillermo” y sale a mi rueda como una flecha. Conseguimos irnos del grupo en un momento. Al poco, zas pinchazo en la pierna derecha “Noooooo”, bajo un poco el ritmo y lo voy controlando. Le comento a Guillermo que no voy a poder mantener este ritmo, y que siga él..

Madre mía este chico como arrea. No tardo mucho en perderle de vista. Y yo por lo contrario a trancas y barrancas voy tirando, manteniendo las distancias con el grupo que habíamos dejado  atrás.

Llegamos a una zona muy mala de toboganes de tierra movida, donde casi no se puede rodar y el esfuerzo es enorme si quieres mantener ritmo. Paso como puedo, ya que las piernas parecen que me quieren respetar. Llego a la última subida del día, un parque eólico y todos sabemos que quiere decir eso, ala, rampitas para arriba.

No quiero arriesgar y meto molinillo para no forzar piernas. Subo más o menos decente pero me adelantan varios de los corredores del grupo que llevaba detrás. Al fin subo.

Ahora empieza una bajada y un llano por asfalto hasta Fustiñana. La bajada la hago prudente  ya que hay  mucha gravilla suelta. En el llano otra vez me veo bien y empiezo a rodar fuerte, no bajo de los 40 – 45 Km/h y por fin puedo contactar con dos bikers de los que me habían adelantado en la subida.  Pedaleamos los tres todo el camino y ninguno afloja. Me pongo hasta los 47-48 km/h en llano y porque me quedo sin piñones. Al final casi a la llegada, uno de ellos se descuelga y seguimos otro y yo, al cual aguanto unos metros más pero ya no puedo, así que visto que estoy en tierra de nadie, decido mantener distancias y llegar a meta.

Al final dos horas y 50 minutos y según mi hijo puesto 24 (Estuvo contando a todos, jejeje que majo mi chico).

Ya por fin nos reunimos todos los Karrikiris, los cuales llegaron al poco y sin ningún incidente y nos dispusimos a degustar cervezas varias y bocadillos, rodeados de familiares que se acercaron a vernos, mujeres, hijos, padres. La verdad un ambiente genial, lo cual hay que agradecérselo a los organizadores, pues nos prepararon un día espectacular de BTT.

Desde aquí darle las gracias al arguedano Guillermo que sin él, casi seguro que no podría haber mantenido el ritmo que tuve y darle otra vez la enhorabuena por la chica que le viene en Octubre (guarda fuerzas que las necesitaras).