La verdad es que , dada la previsión meteorológica para hoy, domingo.
Tenía pensado meterme bajo cubierto y pasar unas horas mirando el pulsómetro. Vamos, un plan relajante, técnicamente positivo para entrenar… pero muy aburrido!!
A las 7:35 a.m, miro por la ventana. El termómetro marca entre -3 y -4 Cº y hace un viento (nombre técnico: «ciercera helada de tres pares de narices») de esos que corta la respiración.
Bien desayunado y pertrechado, salgo de casa, y me encamino al parque. Hace viento, viento… desagradable… pero no es para tanto, a decir verdad…
Llego al parque y en unos minutos aparecen por allí:
Guillermo, Samuel, Roberto, Patxi, Carlos Saso, y yo (Iñaki).
En el último momento se nos une Aitor Alfaro.
Que si es mejor tirar hacia allí, que si el viento no se que….
La cosa es que finalmente acabamos yendo hacia Moncayo.
No es la mejor ruta para hacer base de entreno (mejor llanito que hacia arriba, no?), pero bueno, marcamos un ritmo tranquilo, mientras Roberto, nos enseña algunos caminos nuevos, para subir hasta Tarazona.
Da gusto ir ascendiendo, hasta ver la primera mancha de nieve, bajo un cañaveral sombrío, a la altura de Monteagudo. Ver incrementarse el tono blanquecino, en los campos y como, la superficie helada de los charcos helados, intenta soportar el peso a nuestro paso.
Llegamos al cementerio de Tarazona, y el asfalto está limpio. A los lados hay algo espolvoreado: ¿Tal vez, «azúcar glas» ?
Mientras Roberto y yo charlamos, sobre el asfalto, hay una línea de unos 5 metros de largo y unos 4 centímetros de ancho, de duro hielo.
Sin darme cuenta, mi rueda delantera cabalga sobre la arista y sale disparada hacia un lado.
Menos mal que ipsofacto consigo sacar un pié del pedal y con el apoyo de Roberto (apoyo real, ya que me apoyé lateralmente en el mozo) consigo no ir al suelo. Ufff que poco le ha faltado.
La bajada hacia la chopera que hay bajo Torrellas, está peligrosa, con más hielo, y bajamos con mucha precaución.
La chopera está preciosa. Da igual la época del año en que se visite. Es un bonito lugar y siempre guarda encanto.
Patxi, me dice que pierde aceite, que tiene que parar, que se ve más bajo…
Y es verdad: La tija ha perdido fuelle, aceite, aire o vete a saber el qué, pero hay que hacer un apaño.
Por suerte, el mozo, es apañadico y en un par de minutos estamos rodando de nuevo.
Abandonamos «Los Fayos», con una discusión entre Patxi y Guillermo.
El primero habla de la ermita de San Atilano donde estuvo de ermitaño junto a otro santo que…
Y a todo esto Guillermo, profesional de obras públicas, derribos y movimientos de tierra, quiere traducir el tema a: «en cuantos viajes de camión se traduce esa ermita».
Con una subida de tensión arterial por parte de Patxi, continuamos.
Ya junto al curso del río Queiles, y en dirección a vozmediano, empieza la cuesta.
Vamos a ritmo suave y tranquilo. sin forzar lo más mínimo y disfrutando de un piso, que a veces es nivoso, otras de hielo y de cuando en cuando, mezcla una franja donde se ve la tierra congelada.
Es una sensación genial, la de escuchar la nieve que se aprieta bajo el peso de las ruedas. El leve derrapar de la trasera y los leves sustos al hacer fuerza sobre una placa de hielo.
Mientras, se suceden los kilómetros, charlando y disfrutando del paisaje.
La ruta es perfecta para hoy. Estamos al abrigo y no es de menospreciar!!
Llegamos a Vozmediano y decidimos acercarnos al nacimiento del río.
Desde la plaza del pueblo en adelante, la ruta se convierte en una pista de hielo.
Las estrechas y sombrías callejuelas, guardan perfectamente el hielo, que nos hace derrapar y casi caernos en bastantes ocasiones.
Tanto es a´si que nos detenemos en una casa a echarnos unas fotillos con unos carámbanos de hielo.
Ya calmado el crío que llevamos dentro, proseguimos por las heladas calles hacia el nacimiento del río, con una capa de nieve importante.
Seguimos haciendo algunas fotos y damos media vuelta.
Desandamos el camino, no sin cierta precaución, a causa del hielo, hacia Los Fayos y desde allí bajamos a Tarazona.
Bajamos a Murchante por el Tarazonica y por fin llegamos a casa, donde una ducha caliente nos va a venir que ni pintada!!