Crónica: Cierzo, miembro honorífico del Club…

A decir verdad, la zona es al cierzo, lo que Galicia a las borrascas…

Vamos, que aquí, y sobre todo si es invierno, o te acostumbras al cierzo, o vas haciéndote con la colección completa  de partidas de  Gari Kasparov, para aprender a jugar a un deporte menos sufrido. (No me veo como, Iñaki Karpov, así que, a dar pedales…)

Y es que a todos nos gusta rodar en primavera, cuando el tiempo es favorable, y el propio cuerpo te pide salir a disfrutar del campo y…

Y es cuando algunos, que no han salido en todo el año, dicen que van mal… y claro, es que, para ir bien en primavera, hay que dar pedales, cuando no apetece…

Algo antes de las nueve, estaba en el parque, quieto como un mazo, frente a lo que parecía era una rayadica de sol, que apenas me calentaba un poco, mientras esperaba al resto.

Aparece Carlos (Sierra) y al poco lo hace Chelu (And the Winner is…!!!), No tarda demasiado en entrar la troupé Tudelana compuesta por Patxi, Inés, Cesar y un Diego un poco perjudicado (pero ahí estaba!!! …y no como alguna, que se levantó a darle el desayuno al gato… y se volvió a la cama!!!).

Por fin aparece Guillermo; y como estamos seguros de que no va a venir nadie más (ni la del gato…pese a sus promesas…), nos vamos.

La verdad es que los árboles en el parque, al son del cierzo, emiten un estruendo que, vamos… nos animan más, a meternos a almorzar en algún bar, que a dar pedales, pero Diego, no se si viéndome otear las copas de éstos, suelta:

-«Este ruido asusta y no es para tanto…»

Convencidos por tan rotunda afirmación ( JAA!!!!) decidimos subir hacia Tarazona por el Tarazonica, a fin de ir algo más resguardados del viento (pese al aburrrrrrimiento, del trayecto).

Cuando atravesamos Tarazona,  vemos como «los Masters» (por cierto, no vi a Heeman) se preparan para disputar la prueba Turiasonense.

Pasamos junto a Fermín que al parecer va a participar y lo saludamos.

Pasamos por el polígono industrial de la localidad y acabamos cruzando la carretera para tomar la que conduce a Grisel.

Por esos lares estamos, cuando Patxi, nos habla del Castillo que se erige en Grisel y que tenemos que visitar…

Guillermo, se sonríe.

Básicamente ven las cosas de forma distinta….jejeje

Pasamos junto a las piscinas cubiertas de Grisel y la ruta se inclina anunciando que toca luchar el puertico de la Diezma.

Todos, subimos tranquilos y charlando, excepto Patxi y Cesar, que se enzarzan en una batalla sin cuartel por el premio de la montaña.

Dos cientos metros más atrás, el dolorido pecho de Diego y yo, charlamos animádamente.

La primera parte se hace especialmente suave pero la experiencia nos dice que el viento nos está empujando.

El problema vendrá tras la curva de 180 grados a mitad de subida que pondrá en nuestra contra, el antes aliado, cierzo.

Por suerte, la propia montaña nos tapa algo y podemos subir a gusto.

Ya reunido el grupo, Patxi, quiere bajar por un sendero que conoce, mientras la prudentísima Inés, no hace caso del «costillo» y decide bajar por carretera.

Al final, el pelotón se divide en dos y terminamos bajando, unos por cada lado.

El sendero no es nada complicado, si bien es verdad que por escasez de piedras no será.

Aun sin complicación, es divertido y bajo pensando, que es una pena que sea la primera vez porque sino, conociéndolo, iba a soltar frenos y disfrutar de algún que otro salto.

De vuelta en Grisel, vamos a parar al Castillo, donde otros ciclistas, se han apostado, para almorzar algo.

Tras una breve parada y toma de las fotos de rigor, montamos de nuevo y empezamos a deshacer el camino.

Nada más salir de Grisel, y en compañía del otro grupo de ciclistas, Carlos y yo, miramos detrás… y no vemos al resto del grupo.

Creo que Cesar y Diego iban delante y al bajar el ritmo los perdemos… Ha tenido que pasar algo, no es normal que en menos de dos kilómetros, hayan desaparecido el resto y….

Aparecen. Un pequeño problema con un cordón y una rueda que finalmente no pasa de la anécdota.

Reunida la primera parte del grupo, no tardamos en alcanzar a los otros dos que han hecho lo propio y esperaban a su vez al resto.

En el cruce entre la carretera de Grisel con la de Tarazona, no detenemos un par de minutos. Están pasando «los Masters».

De allí bajamos a Tarazona y de nuevo al tarazonica, donde bajamos sin forzar la marcha, pero alegres (o lo alegremente que nos deja el viento, sin forzar las piernas…).

Aun no han dado las 12 del medio día y tras despedir a nuestros amigos de Tudela, acabamos tomando una caña, junto a Pirulo y la del gato… que al fin se ha levantado. 🙂

 

Salida a Agramonte

Domingo por la mañana, me levanto y miro por la ventana, día espectacular para ir en bici.

Me preparo y pongo rumbo a Murchante. La hora de salida de la ruta de hoy era las 9.
Cruzando el pueblo para llegar al parque, donde nos juntamos, paso por la plaza mayor y allí se concentran bastantes personas y no tan personas alrededor de una hoguera inmensa en la cual se iba a realizar un almuerzo popular.
Alertado por los gritos de varios paro y me acerco, dios!!, son Karrikiris pero estaban como transformados, no entendía muy bien su lenguaje y las frases que decían no tenían mucha coherencia, jejeje se ve que la noche había sido dura.
Decido seguir y no sucumbir a los encantos de un buen almuerzo y vino a tutiplén y acercarme al parque.
Llego unos 10 minutos tarde de la hora y no veo a nadie no se si se han ido o no han aparecido.
Como estoy solo hago lo que me da la gana, jejeje y decido cambiar la ruta que en principio era subida a la negra pero con las lluvias del sábado me figuro que estará mal el camino y marco en el gps una ruta que tenia guardada hace tiempo dirección a Moncayo.
Salgo de Murchante por una pequeña carretera dirección Cascante que es donde se inicia el Track que voy a seguir. Ya en Cascante me desvío por caminos dirección Moncayo. En el camino cruzo Monteagudo y Novallas donde me desvía cruzando el río por la ruta de los Azudes según marca una señal.
El terreno esta bastante húmedo pero no hay mucho barro por lo que voy a gusto; y por fin llego a Tarazona,.

La imagen que tengo del Moncayo es poco alentadora pues hay un nublado «de aupa», y me da miedo, no me caiga una chaparrada.

Como la ruta pasa por Grisel decido subir a la Diezma y dar media vuelta, que no quiero tentar la suerte.
Casi saliendo de Tarazona, el track me desvía por un camino en principio no se veía muy encharcado, pero en cuanto empiezo a rodar cada vez me voy hundiendo mas y empiezo a rebozarme, cual croqueta en pan rallado, y ya no distingo el color de mi bici, nooooooo!!!!!.

Consigo salir como puedo de esa zona y ruedo un poco por carretera dando saltos por todos los dados para intentar limpiar la bici y a uno mismo.
Una vez, mas o menos aparente, decido no proseguir pues según avanzo los caminos están peor y me vuelvo a Tudela por la vía verde.
La vuelta se hizo algo dura puesto que al ir no note viento (Lo llevaba a favor) pero bajando a Tudela si que lo note y mucho (lo llevaba en contra) por lo que tuve que agarrarme con fuerza al manillar y bajar todo el camino tirando a muerte.

En la estación de Murchante decido parar a comer algo, pues el esfuerzo estaba siendo importante al no tener a nadie para poder relevarme, recupero algo de fuerzas y camino a Tudela.

Una vez aquí paso por la gasolinera a lavar bici y biker…y vuelta a casa.
Total: 50Km, con poco desnivel pero a causa del viento se hizo de intensidad media.

Fdo: Bauti.

 

Crónica: Lanzas agudas…para empezar…

Domingo 22 de Abril. Día promesas.

La semana anterior había sido el cumpleaños de Chelu y el chico con lo detallista que es, quería hacer algo para los del club.

A las 8:30 llego al parque y en una mesa había un mantel, un gran bizcocho, termo lleno de chocolate… bueno, bueno…

Como solamente él y yo, sabíamos del tema, conforme iban llegando los demás, se quedaban sorprendidos por tan agradable inicio de mañana.

finalmente compartimos chocolate y bizcocho:

Chelu, «Guillermo de Triana», Enrique, Bautista, Cesar Aguado, Diana, Sara, Diego, David, Marta G. y yo (Iñaki).

Una vez las energías en su punto óptimo, el protagonista se llevaba los aperos a casa y volvía con la bici para comenzar a rodar.

No habíamos avanzado doscientos metros y suena mi teléfono.

-«Donde estais??»

-«Hombre Juan Carlos… te hacía yo por el Rocío. Estamos aun saliendo del pueblo»

-«Os pillo!!!»

Éste tras acostarse a las 4 a.m. y aun con los niveles de Rebujito al 850% se atrevía a salir, mientras que otr@s como «Marta del Carmen», «Samuel cante Jondo» y «Arancha la Bailaora», estaban resoplando en cama intentando que sus respectivas habitaciones no se movieran mucho (no, ninguno vive en un barco…).

Dicho esto, la ruta de hoy pasaba por el Saso, hacia Ablitas, Cunchillos para alcanzar la cima del puerto de Lanzas Agudas por camino.

Nada más llegar al Saso, aparece «el Expreso», sin saber aun si en el botellín llevaba manzanilla (no, no era infusión) o Isostar.

Ya reunidos todos, rodamos tranquilos junto a la Laguna de Lor para meternos en un camino que nos dejaría directamente en Barillas.

El ritmo es tranquilo porque no queremos reventar a nuestros apreciados promesas antes de «la subida» y parece que el grupo va muy bien.

Cuando pasamos Cunchillos, les anuncio con el dedo:

-«Aquellos molinos de allí son nuestra meta… La cuesta sube por allí y bla bla bla… con paciencia y una caña… bla bla bla»

Parece que se lo tomaban bien (o con resignación) así que continuamos hasta llegar a escasos 300 metros del inicio de la cuesta donde el terreno cambia un pelín…

Miro mi rueda delantera y veo que engorda por momentos, con el barro que se le va pegando… OOOooo Ooooo

Bueno, habrá que hacerse el tonto…

Salen Cesar y Bauti disparados y Enrique conmigo a la zaga, luchando contra el barro que va a más…

No quiero mirar atrás no sea que me caiga alguna pedrada pero había quien estrenaba bici (oficialmente) y… el estreno iba a ser de puro mountain bien en su faceta más pura y genuina.

De repente se me ponen los ojos como platos fijos en mi rueda delantera…

El barro me impide girar y voy como una niveladora, de estas de obras publicas, arrastrándo rueda y barro, mientras no se gira un ápice…argggggg

Casi seguro de que tendré que desmontar y tras 5 metros así, me decido a echar mano de un «BOLO» de barro y quitarlo a ver si…

Y sí, la verdad es que funciona, ahora a veces rueda y a veces se atasca pero bueno.. la cosa es que a veces rueda…

Con ese plan llego arriba donde empiezo a sacudir la bici mientras Enrique la rade con un palo, y otros meten el dedo por cada recoveco de su máquina para intentar quitar algo de donde sea…

Pasan los minutos y de los promesas, ni noticias por carta.

Yo cuando estaba casi arriba eché un vistazo y los ví a todos parados bastante abajo, así que tenían para rato…

Al poco llega David, que se había caído, pero el chico es límpio y no se aun como, casi no se ha manchado.

Un rato después van apareciendo las chicas, TODAS MONTADAS, y completando la cuesta que solo por el barro hacía del ascenso, un reto mayor al inicialmente previsto.

Tras unos minutos para aligerar barros varios… Guillermo, encargado junto a Chelu, de la ruta, indica el siguiente punto de la misma:

-«Ala, para arriba»

A lo que alguna responde:

-«Jooooval, nodecíais que solamente había una cuesta?»

-«Es que esa es la continuación de esta…»

Solamente era una rampa de unos 50 metros, pero la sorpresa llegaba arriba… de donde no se podía salir ya que el camino se cortaba…

Media vuelta…

-«Por allá!!»

Volvía a indicar el jefe de expedición…

Un par de subidillas después y otro par de kilómetros terminaban en igual situación, mientras un pastor (hermano del señor barragán), se reía de nosotros…

Media vuelta de nuevo.

Volvíamos al punto de partida (arriba de la cuesta de Lanzas Agudas) y decidimos continuar por un cmaino que si conocemos con intención de cruzar la carretera, si bien al poco de cruzarla, el terreno se vuelve un pelín… inestable y sucio…  ante lo que la mayyoría decide volverse y nosotros les seguimos de vuelta.

JuanCarlos peleando con el barro

Paramos junto a la carretera para que algunos limpien de nuevo la bici, a lo que el Expreso se afana con especial interés.

Optamos por bajar por carretera hasta el puente donde enlaza el camino con uno que va a Grisel y el de vuelta a casa, donde volvemos a parar y damos a elegir a los promesas. Han cumplido el reto del día y si vuelven a casa pueden ir orgullos@s.

Parece que van bastante bien y aceptan el ofrecimiento de ir a Grisel y ver la sima.

Algunos de los presentes no habían ido nunca así que disfrutan de lo inesperado «del boquete» situado en medio de un campo de Olivos.

El personal aprovecha para comer algo y reponer fuerzas. Solo queda la vuelta a casa…

Hasta que comento…

-«Mira Bauti, aquella subida a la Diezma es una pasada, va directica y super dura y…»

-«¿Subimos a la Diezma?»

-«Hombre, depende de como esté esta gente…»

Tras ver que a todos parecía bien, optamos por subir por carretera ya que para un mismo día no queremos reventar a nadie y el reto ya estaba realizado…

Empezamos a ascender y aunque empiezo con Cesar y Bauti, les veo con ganas de marcha así que con un cariñoso:

-«Que os den!!!

Bajo el ritmo y aí me retiro de la pugna, antes de que me retiren ellos a base de pedal…

Veo a Juan Carlos no muy atrás y decido esperarlo. Pocos metros más adelante nos da alcance Guillermo DE TRIANA, que a tenor de su sentido de la orientación aun no sé si no estuvo de marcha la noche anterior…

Vamos ascendiendo repechos y eso de rampa, llano, llano rampa, no me va pero bueno…

El hombre del rebujito saca fuerzas de no se donde y nos hace ponernos firmes… a este le da energía el alcohol…?

Arriba comentamos con Bauti y Cesar que alguna no llegaá, que se darán la vuelta…

Pero tras unos minutos de espera ahí estan todos los sorpresas que llegan arriba montados y haciéndo que nos descubramos ante ellos…

La bajada es tranquilay pasamos por grisel y de allí a Tarazona, donde nos metemos en el Tarazonica.

al principio aprece que por una vez, bajaremos traquilos y de forma civilizada, hasta que Juan Carlos, encuentra hueco y se pone primero.

Yo que veía el percal, iba a rueda y en cuanto lo veo salir disparado me pego a él.

El ritmo aumenta y yo con el velocímetro inutiilizado, no se a cuento vmaos, pero rápido.

Intento varias veces mirar a ver quien sigue y por fín veo a Cesar que pierde el culo tras de mí. Detrás… nadie.

El expreso va aumentando velocidad y rezo para que no hayan puesto radares en la estación de Cascante.

Le doy un relevo y CREO que debemos de ir por encima de 50 km/h…

De repente EL ZUMBAO del expreso, mete un grito (en serio tipo como los vaqueros que oeste…: JIAAAAA!!!)

Y sale a tal velocidad desde detrás mía que pese a intentar coger la rueda, Cesar y yo, no podemos más que ver como se va de nosotros dos en cosa de 4 segundos… (IM     PREZIONANTE!!!).

Tengo las piernas rezumando ácido lactico  y Cesar toma la cabeza  a lo que me pongo a su rueda, viendo desde atrás como el Expreso nos lleva ya cerca de 200 metros..,. y aumentando (no se a que velocidad se puso el brutico de él…)

Bajamos un poco el pistón y vemos que Bauti viene por detrás (BIEN!!!!), esperamos a que llegue y le dejamos pasar para ponernos a rueda…

Llegamos a la estación de Murchante con las pulsaciones altas y con la sensación de haber hecho el trabajo del día.

Han sido unos 70 kilometros que para ser una salida promesas, no es moco de pavo.

Crónica: Grisel y alrededores

Según nuestro calendario, hoy tocaba realizar el mismo recorrido de la cicloturista «La falda del Moncayo» del 2011.

Aunque éramos tres los integrantes del grupo que la hicimos el verano pasado, el montón de cruces hacía necesario disponer de la ruta en GPS.

Era necesario pero aunque intentamos descargar la ruta, no dimos con ella.

Bueno, tendríamos que tirar de memoria y confiar en la suerte para encontrar el itinerario…

La ruta se alargaba porque esta vez salíamos de Murchante y no de Grisel, con lo que el día podía terminar en torno a 95 Kilómetros durillos.

A las 9, el grupo congregado en el parque era de lo más variopinto y si bien es verdad que faltaban muchos de los habituales, no es menos cierto que aparecían varios otros.

Guillermo, Cesar Aguado, Raul del Barrio, Merche García, Alicia Lopez, Abel (petronor), Sara y su cuñado, Javier, Andrés Aosta con un amigo y yo (Iñaki).

Pido disculpas porque  la verdad es que no recuerdo el nombre de todos.

Salimos hacia el Tarazonica a un ritmo muy suave y empezamos a rodar, aunque dado el nivel dispar de los presentes, vamos bajando el ritmo para que tod@s puedan seguirlo.

Entre charlas, y algún empujón a algun@ llegábamos a la altura de las bodegas de Guelbenzu, donde salíamos a la carretera de Cunchillos.

Llegábamos bastante más tarde de lo planeado a esta población, por lo que nos empezamos a plantear, sino habrá que cambiar la ruta para adecuarla a las circunstancias.

La verdad es que tod@s llegaban hasta allí y pese al esfuerzo que requería para alguna, ponía espiritu donde faltaban piernas, lo cual es digno de mención.

A partir de este lugar, tomábamos un camino y aunque empezábamos de nuevo a ritmo muy suave, lo apretado del horario, nos hacía subir un poco el ritmo bajo «Lanzas Agudas». El grupo de promesas continúa a su ritmo y poco a poco nos vamos distanciando, hasta perder os de vista.

Pasamos bajo la nueva carretera que sube el puerto, por un túnel que han dispuesto y tras éste, tomábamos el desvío a la derecha para recorrer la pista que lleva a Grisel.

Aunque buscábamos el camino que nos permitiera subir a los molinos (pero no cualquiera, sino el de la cicloturista), parecía haberse evaporado.

A escasos 200 metros del pueblo, junto a un corral de ovejas, nos detenemos para buscar la subida y tras unos minutos de infructuosa búsqueda decidimos ascender por una cuesta conocida frente al túnel que habíamos dejado poco antes.

En este punto, Andrés y su amigo, por falta de tiempo decide ascender a la Diezma por el pueblo, mientras el resto volvemos sobre nuestros pasos para ascender la citada cuesta.

Cuando estamos volviendo nos cruzamos con varios de los promesas que HAN LLEGADO HASTA ALLI!!!! (no lo esperábamos, la verdad).

A estas alturas somos perfectamente conscientes, de que hoy no será el día que completemos la vuelta, pero queremos hacer «algo» y proseguimos a nuestro ritmo.

Instantes después y antes de encontrar la cuesta a la que nos acercábamos, vemos un desvío, que oculto tras un recodo, erá compoicado de ver cuando íbamos en dirección contraria (normal que no encontrásemos la dichosa subida).

Sin pensarlo dos veces empezamos a subir y si el año pasado me pareció una ascenso potente, la verdad es que esta vez parecía bastante más asequible (será que hoy íbamos más tranquilos?).

Ya arriba continuamos con un descenso que nos llevará hasta un pueblo.

Llegamos y nos metemos por una calle en la que hay un autobús en el que poner «El añonero». Entonces… ¿Estamos en Añón?

Nada más pasar el autobús el grupo se detiene.

Abel ha pinchado y nos disponemos a reparar la rueda.

La reparamos en un plis plas y si no fuera porque tras inflarla, la válvula pierde aire…hubiera sido una reparación bastante digna.

Tras desmontar por segunda vez la rueda, tiramos de botella de CO2 para inflarla, con lo que esta vez, sí que hacemos realmente rápido.

Nuestro próximo destino es el monasterio de Veruela, pero para llegar sería bueno saber como ir o incluso donde estamos…

Tras preguntar a unos paisanos, nos explican por donde continuar y trescientos metros después llegamos a la conclusión de que estamos en Vera de Moncayo.

Saliendo de la población en dirección al monasterio, empezamos a hablar de lo tarde que es y que hay quien no quiere llegar muy tarde a comer…

Resultado: Volvemos.

Pretendemos subir por una cuesta, que Guillermo y yo realizamos la semana pasada, y guiados por un repetidor de telefonía vamos ascendiendo con la certeza de que vamos en la dirección correcta.

…Aunque la certeza… no era tal… porque este repetido es gemelo de otro (el que creíamos que realmente era) y se encuentra un par de kilómetros más al norte.

Finalmente ascendemos y visto donde aparecemos, decidimos cruzar la carretera para bajar por e camino que desciende desde los molinos situados en la parte de detrás de lanzas agudas.

Bajando a casa sobran las energías y damos algún tirón por el Tarazonica, y pese al viento, disfrutamos un rato dando pedales.

Realmente no tengo constancia de cuantos kilómetros han salido (supongo que cerca de 70?). Y pese a no ser la ruta prevista, hemos pasado una buena mañana.

Más tarde me dirían que hemos llegado un minuto después que los promesas. Así que todos a casa a la vez 🙂

El fin de semana que viene toca hacer «El camino del agua soriano». A ver que tal resulta la aventura!!!!

La falda de Moncayo 2011

Tal y como anunciabamos hace días, hoy se celebraba la «VII cicloturista falda de Moncayo» con salida y llegada en Grisel.

Nos enteramos de la prueba por casualidad y mediante un foro de Internet pues la promoción ha sido escasa por parte de los organizadores.

Las fechas veraniegas no acompañan a esta prueba, que además se celebra durante los San Fermines…

Esto ha provocado que la representación del MurchanteBTT haya sido reducida.

A las 8 a.m. Guillermo y yo (Iñaki), tras dar cuenta del encierro de Pamplona, partimos a Grisel.

Nada mas llegar vemos a varios participantes y aunque ambos pensamos lo mismo, Guillermo lo resume  de este modo:

-«Que finos están todos…»

Que es otra forma de decir…»esta gente tiene pinta de estar muy muy en forma…»

Aparcamos donde podemos y preparamos bicis y material, para proceder a la retirada de dorsales.

Según la web, no estaba permitido inscribirse en la prueba el mismo día pero comprobamos que si que se permite.

Nos ponemos en la parrilla de salida, mirando a un lado y otro. Somos un total de 50 participantes, y de ellos al menos 30 parecen recien salidos del Tour de Francia.

Piernas untadas de vaselina, enormes cuadriceps, bicis hiperligeras…no se que me da que lo de «no competitiva», se va a quedar en la normativa.

Salimos de la calle de las piscinas, y rápidamente un grupo de unos 20 toman la delantera.

La bici me hace un ruido de forma contínua que ya escuché el último día que salí, pero como he desarmado la rueda trasera, examinado radios, disco, buje y no he visto nada, confío en que no me de un disgusto…

En una zona llana (tal vez pica hacia abajo), miro el marcador y vamos rápido tras el grupo de cabeza (osea…en mitad del pelotón).

Primeras subidas por camino pedregoso (en ese momento pensabamos que estaba mal y había mucha piedra, pero ahora pienso que era una pista magnífica, comparada con las que después tendríamos que recorrer).

No me siento rodar bien, y cuando eso te pasa nada mas arrancar… malo.

Bajamos hacia Vera de Moncayo y a los lados ya vemos los primeros Super-máquinas con su bici pinchada (tanto reducir peso, ponen cubiertas ligeras que estos pedregales se meriendan).

La primera bajada fuerte me deja mal sabor. Mucha piedra pero la bici ( o yo…) no me ofrece buenas sensaciones y parece como si fuese suelta de atrás (como si fuese dando coces de lado a lado mientras intento que al menos la rueda delantera vaya por donde le digo).

Bien, vamos subiendo y subiendo e incluso adelantamos a 3, pero no voy bien. Pulsaciones mas altas de lo habitual y una sensación como si la rueda trasera estuviese frenada (cosa que no es así como mas tarde comprobaría).

Guillermo va a mi ritmo pero va mucho mejor que yo.

Se suceden los cruces y cuestas y continuamos subiendo por pistas que nunca habíamos ciclado, pero que dejan ver un paisaje de lo mejor de la zona.

Tras una bajada, Guillermo casi se come a un compañero que había pinchado, mientras yo en el último instante veo que hay que tomar una pequeña trialera a la derecha que da paso a un estrecho tunel bajo la carretera y la tomo sin pensar.

Asfalto. unos 3 Kilómetros de asfalto y las sensaciones no mejoran. De monento no nos adelanta nadie por lo que voy aguantando el tipo como puedo a sabiendas de que no vamos al ritmo de otros días (pero la moral aguanta).

Pista en deplorable estado y primer bajón moral. No ruedo bien y cada vez lo noto más. Nos adeltanta un super-biker que había pinchado y otros dos.

Pasamos al lado de una granja de curiosa construcción en un paraje de impresionante paisaje.

Hay que cruzar un río y continuar subiendo. Kilómetro 23 y no paramos de subir. Necesito comer algo a la de ya…

Kilómetro 24, nos alcanza un grupo de 5 al que damos paso pero prefieren seguir a nuestro paso hasta el aviatuallamiento.

Salimos por asfalto para seguir subiendo hasta el kilómetro 30. Ahí delante, como en cada cruce, hay un tipo de la organización que tiene en su mano mi moral. Si señala a la izquierda hay que seguir subiendo pero si marca derecha… es bajada…

Y LO ES!!!! (ya era hora hombre)

Avanzamos unos cientos de metros por asfalto hasta que nos desvían por una pista (dije pista? digamos pedregal con cada roca del tamaño de un microhondas, dispuestas por doquier sobre un suelo de grava y una cuesta abajo repleta de grietas y curvas).

Quiero ver si lo comido en el avituallamiento va haciendo efecto pero enseguida me veo entonando saetas y el cante del penitente ante  la imposibilidad de frenar y la casi ineludible seguridad de salir disparado monte abajo por el tarraplen… (curvaaaaaaaaaaaa!!!!!)

UFFFFFFF (hay veces que uno se reafirma en sus creencias al ver que se producen milagros y ALGUIEN TE DETIENE…jejeje).

Nada, seguimos bajando y yo empiezo a estar feliz…(aunque la cantidad de piedra hace que me duelan las muñecas y plantas de los pies. Vamos, que tiemblo mas que un beduino en el polo norte…).

Feliz como una perdiz hasta que una maldita flecha marca un cambio de 180º grados para volver a subir (seguro que esto no se considera torturta en la convención de Ginebra?)

Posiblemente en una época alguien pasó por ese lugar y por eso los autóctonos piensan que eso es un camino, pero la realidad es bien distinta. Doy fe de ello.

Para arriba, siempre para arriba y el almuerzo, una de dos, o estaba caducado o mi estómago hoy no procesa correctamente; porque las fuerzas que esperaba, no acaban de llegar. No atino mas que a continuar sufriendo y no bajar de la bici…que es bastante.

-«»Guillermo…Yo (arrg arrg), creo…que voy a hacer (aaaarg, ufff) la ruta corta y no la larga como teníamos pensado» (sigo resoplando…).

Esa frase me costará 3 minutos de resuello infinito y pulsaciones todavía mas altas. Pequeña bajada, pero lo que otro día sería un disfrute, hoy solamente es un rato de menor dolor en el gemelo (y en los cuadriceps, y …en todo vaya…).

Aparece un tercero en la escena. Un asturiano (que como  se de donde es? si llevaba la bandera de asturias en su mallot!!!) quiere adelantarnos y me sirve para animarme un poco e intentar que no lo haga.

Llega otra subida y voy mal pero el va peor ( BIEN!!! …aquí el que no se consuela es porque no quiere… jejeje). Le adelantamos de nuevo pero en la siguiente bajada vuelve a tomar la delantera (que fue de mis bajadas…)

Guillermo, fiel escudero, continua llevandome a ritmo suave para que no termine por reventar.

Un poco más adelante vemos al mismo super máquina que nos había adelantado; a trote lechonero, con bici en mano.

-«Llevais una cámara de válvula fina?»

-«No, gorda»

-«Sí, yo si», indica Guillermo.

-«Con esta ya he pinchado 6 veces hoy»

(y vuelvo a pensar…si estais tan fuertes y tal…y poneis cubiertas de pichorras por 100 gramos menos…si es que sois unos estalentaos!!!)

Le dejamos cambiando la cámara seguros de que poco después nos adelantaría, si bien, no sucedío.

Maldita sea!! Hay que subir ese cortafuegos?? ese lleno de pedruscos e inclinado hasta mas no poder? (no se porqué me lo pregunto y no se si realmente era un cortafuegos pero la pinta la tenia toda todita!!!!)

Pensaba que con la parada, para prestar la cámara al otro, el asturiano se habría escapado, pero ahí esta bici en mano, cortafuegos arriba.

Busco una canción en mi cabeza para no pensar. La elegida una típica de charanga (y no, no se porqué esa). Plato pequeño, piñón enorme y cabeza al suelo pensando en que no resbale mucho la rueda y termine en el suelo.

Casi habíamos alcanzado al primo de Alonso (a algo le tocará el parentesco…) pero en esas,  termina la cuesta y se nos escapa. Vaya hombre!!

Bajamos a un pueblo (no, no estaba en ese monento como para fijarme en cartelitos, así que no se cual era).

En un cruce un chico de la organización nos indica:

-«Ahí en la granja, hay que decidir si vais por la corta o la larga»

(que hago…que haggoooo…)

-«Guillermo, voy por la corta…vete tu por la larga si quieres»

Subimos otra cuesta y arriba vemos el segundo avituallamiento (kilómetro 37).

Medio minuto antes ha llegado el asturiano.

Charlando con los organizadores, nos indican que nos animemos a hacer la larga, que tal y que solamente es subir de nuevo hacia moncayo, para bajar y volver a subir una cuesta muy empinada pero de solo 600 metros…y que vamos bien de tiempo…

Yo hago mis cuentas…unos 20 kilómetros más…maaaaaalo.

Han dicho que a la una del medio día desviarán a la gente que llegue por la corta.

-«¿Y que horas es?»

-«Las 12 menos 5»

(mmmmmmmmmm…no vamos tan mal de tiempo para lo que se cuece hoy…)

Lo de siempre, si haces la corta, llegas a la meta y seguro que te preguntas: ¿Hubiese posido con la larga…?

-«Mira mi GPS» (me dice un organizador)», hay que hacer por aquí, despues esto…»

-«vahhhh …No te preocupes que tu puedes…»

Además se que Guillermo pese a no decir nada para no presionarme, tiene ilusión por la larga y yo confío en que la subida no sea mucha y las fuerzas que llevo toda la mañana esperando vengan de una vez…

Salimos cuesta arriba…por la larga….

Y 4 kilómetros despues sin parar de subir con el moncayo en frente, sigo repasando el arbol genealógico del organizador…al que dedico mis «mejores» recuerdos…arrrrg (poco le faltó para que volviese y le pidiese amablamente el GPS y me lo comiera…)

Por fín, giramos y la pendiente se torna en descenso.

Bajamos hasta un pueblo donde nos indican curva.

Y tal era la curva que acabamos derrapando en medio del pueblo con las bicis cruzadas.

Giramos 90 grados por una calle y un abuelico, sentado ante la verja de su casa nos dice:

-«Alaaaaaaa, tiraaaa, tiraaaa, que menuda cuesta os esperaaaaaaaaaaaaaa»

(Otra? no puede ser…!! pero si estábamos bajando!!!!!!)

Otra vez a mirar al suelo, y un kilómetro de subida en medio de un pedregal de los de campeonato.

Al fín, bajada de nuevo, y mucho mas abajo se divisa la carretera.

Bajada fuerte, con grietas, gravilla y pedruscos (el mamaño de los pedruscos?…pues como los de las pirámides de Egipto…)

Carretera, y frente a nosotros la subida final: La diezma.

100 metros mas adelante vemos al asturiano lidiando con la fuerte pendiente.

Empezamos a subir y ya no queda «power», por ningún lado, voy a beber y se me termina…(ahora si me pica una abeja la rematamos, vaya…)

Agacho la cabeza y Guillermo me va sacando metros.

Me adelantan dos (vaya hombre, por si la moral estaba baja,no?) y Guillermo arriba del todo me ha sacado unos 100 metros.

Por fin arriba y 15 metros mas adeltante está Guillermo hablando con el organizador del GPS… (que alguien me detenga que voy a por él!!!!…jejeje)

-«Es que si os digo lo que os esperaba, no vais…»

(que graciosillo….je je je)

Bajada final y llegamos a meta, donde descubrimos que el resto del pelotón había elegido la ruta corta (arrrrrrrrrrrrrrrgggggggg).

Hay días en los que el cuerpo  funciona perfectamente y otros en los que hay que tirar del teorema del Alcoyano y no darse por vencido y hoy ha sido uno de esos días…

La bici hace cada vez mas ruido …pero…eso ya no importa… 😉

Este fin de semana (para el sábado 25 o domingo 26 de Junio de 2011)

Dado que se acerca la Calcenada y que tanto por desnivel acumulado como por longitud, la prueba se ofrece seria…

Guillermo ha «maquinado» una ruta que nos va a e preparar en condiciones.

Se trata de hacer la ruta de subida hasta el nacimiento del Queiles, continuando para subir a Vozmediano, seguir con la subida de la Diezma por la parte trasera y descender en dirección Grisel.

Desde este punto, volver a remontar hasta arriba de  Lanzas agudas para empezar con la vuelta.

Aun está por determinar si será mañana sábado o el domingo cuando se realice (depende de lo que se decida a última hora, como siempre…jejeje), pero adelantamos desde aquí que el sábado va a hacer mucho calor y el domingo más aun…así que llevad agua de sobra que nos va a hacer falta.

Nuestros espías nos comentan que cierto «elemento», podría estar viajando en este momento hacia zona mediterránea para volver con montura nueva…por lo que se recomienda estemos atentos porque el fin de semana podría haber sorpresas… (podría ser un rumor, pero nuestros paparazzis son de toda confianza!!!).