No era una salida más…

Pero dejaremos el porqué en suspenso, de momento…

Llego al parque a las…nueve??? las nueve antiguas, las nueve nuevas? cambié el despertador al contrario? son las ocho? las diez??

Mientras frío los sesos pensando y comprobando si realicé el cambio de hora de la forma adecuada, llega Saso.

-«Hola Iñaki!!»

-«Ya estaba haciendome películas con la hora…jejeje»

Seguido aparece Chelu, Guillermo, Samuel, Aitor, Dani, Jarauta, Jose y nuestro trio de  Tudelanos Bauti, Patxi e Inés con una «pedazo bici» en fase de pruebas…

Salimos hacia el cementerio, para girar, a continuación hacia el matadero de conejos de Bonilla y pasar bajo la «Campa de Santos».

Poco después, dejamos los depósitos de agua a nuestra izquierda y continuamos para atravesar la carretera que va de Cascante al cruce de los nueves.

Pasamos por la gravera de Guillermo y junto a San Gregorio de Cascante para girar seguidamente a la derecha.

A partir de este punto tengo que poner el GPS mental, a funcionar de verdad.

Dani va unos metros delante del grupo, como a él le gusta rodar y yo le voy diciendo cada poco:

Izquierda, este a la izquierda otra vez, este a la derecha….

Y así se suceden un buen puñado de cruces de caminos mientras, poco a poco, ganamos altitud.

Atravesamos la carretera de los toboganes «Fitero-Cascante», para seguidamente continuar tomando desvíos y algo más de altura.

Cuando la próstata de alguno… nos deja continuar…

Descendemos para ir a parar a una pista, antaño muy rota y que los Cascantinos han tenido a bien reparar. Ahora da gusto rodar por ella.

Un par de kilómetros más adelante, volvemos a girar a derecha y alguno me dice que es una ruta muy difícil de aprender… pues tanto mejor…jejeje

Volvemos a subir una pequeña cuesta, a la que sigue una pequeña bajada…

No nos relajamos porque un kilómetro más adelante volvemos a ascender pero ya sin parar.

Bauti me pregunta si aquí empieza la cuesta y yo le indico que con esta no contaba pero que si, que podemos añadir unos cientos de metros más al cómputo total de cuesticas.

Un par de minutos después, empieza la verdadera cuesta con una rampa fuerte. Por suerte es corta y le sigue un llano de unos doscientos metros, con un boquete medio señalado
en medio del camino que bien podría tragarse a alguno de nosotros.

Entramos en zona de bosque y algún bombero, me pregunta cuanto queda hasta arriba….

Tras mi respuesta, responde:

-«Alaaaa, no puede ser tanto…. no jodas que tal…»

Yo me callo y aprieto dientes.

Cojo la Rueda de Bauti y justo delante nuestra van Samuel y Dani.

Personalmente no he escuchado nada pero pondría la mano en el fuego, a que uno de estos dos, ha visto un Javalí corriendo
hacia nosotros, o al menos lo ha escuchado cerca, porque sino… no es preciso que subamos a este ritmo!!!!

Bauti así lo atestigua pero no hablamos mucho, que perdemos rueda.

Justo detrás está Jarauta, Aitor y Jose que deben de otear al «cochino javalín» tras sus traseros, dado que no pierden un metro.

Llevamos ya varios kilómetros ascendiendo entre pinos, por un bosque impresionante,  y el terreno se inclina más… parece una rampa corta pero «ufffff»…
Agachando la cabeza, coronamos esa parte y Jose pregunta que cuanto falta….

-«Calculo… que entre un kilómetro y uno y medio de cuesta arriba».

Aitor, me mira, con media sonrisa y creo que empieza a creerme respecto de las distancias que indicaba abajo.

Toca un pequeño descanso, en una zona sin arbolado e intentamos bajar pulsaciones para lo que queda.

Entramos en pista ancha y el terreno vuelve a inclinarse. Esto es lo más duro.

Por fin arriba, esperamos a reunir al grupo y aprovechamos para sacar algunas fotos.

Continuamos por una zona de toboganes que tendrá unos 400 metros y empezamos a descender.

La bajada parece que nos la sabemos todos, hasta que…. tomamos un desvío!!

Muy pocos conocen ese camino, pues la entrada está cubierta de hierba y no da a pensar que detrás haya un terreno ciclable, pero ahí está y nosotros lo disfrutamos.

Unos minutos despúes, estamos abajo y continuamos por pista buena.

Donde el grupo piensa que vamos a girar a la derecha, lo hacemos a la izquierda y atravesamos la carretera, por un cruce magníficamente situado ( con buena visibilidad y seguro).

Continuamos por pista  buena, hasta llegar al «cruce de la hecatombe» y tras consultar al personal las distintas opciones, optamos por subir una pequeña cuesta para descender seguidamente
hacia Cintruénigo.

Controlando siempre las distancias, creemos que podemos subir una última cuestecilla,  y en un par de minutos estamos cerca del hogar de los «Cirbonitas», inmersos en un reto que no conozco bien
pero que movió a un montón de gente de la citada población por esos caminos.

Nos acercamos al boquerón y tras consultarlo, giramos a la izquierda para rodar por la pista que asciende a los molinos, si bien antes de la cuesta, encaramos el manillar a la derecha para bajar por un «tramo divertido».

Solo queda volver a casa.

Pasamos junto a la «granja de la Sociedad» y cruzamos la carretera de nuevo, para volver hacia el huerto de los malejanes.

Guillermo, lleva no se cuantos días soñando con escaleras y para quitarle el gusto, aprovechamos para ir a San Gregorio y bajar las escaleras.

Bueno… casi todos, porque algun@s optan por dar media vuelta y no probar el descenso.

No pasan más de cinco minutos y estamos en Murchante.

48 kilómetros, realmente bonitos, en una ruta  espectacular y a buen seguro repetiremos bastantes veces…

Dame pan y …

Por fin un horario decente para poder dormir el domingo.

La ruta es a las 9 a.m.

Hoy componen el  pelotón Karrikiri: Guillermo, Roberto, Marta, Chelu, Bauti, Cesar, Emiliano, Hernando, Saso Jr., Jose, Germán y yo (Iñaki).

Una vez reunidos todos, queda patente que no hay ruta decidida y la gente tampoco está por pegarse la paliz, así que solo queda una idea en el aire:

«Hoy almorzamos».

Alguien nombra «Roscas» y salimos del pueblo en dirección a fitero.

Pocos kilómetros más adelante, giro alternativamente la cabeza, izquierda (Fitero), derecha (Tudela).

Según Marta, lo de Fitero es Mordor (cielo oscuro) y a la derecha, parece que hay buena mañana y mejores perspectivas en lo climatológico.

Finalmente con el almuerzo en la mollera, decidimos dar una vuelta «por ahí» y la gente simplemente pedalea in pensar a donde los llevamos.

Cruzamos la carretera de Corella y nos acercamos a los molinos que hay junto a la Serna.

De allí rodamos bajo el rítmico silbar de las aspas, hasta que giramos para descender por una cuesta en dirección a Alfaro.

Continuamos unestro pedaleo, hacia el aeródromo en la margen contraria  de la autovía, a «la Guardian» y una vez alcanzado el camino que discurre paralelo al tráfico
volvemos a subir para acercarnos a Barcelosa.

Bajamos la pirmera cuesta hasta donde el canal sale de su entierro. Poco más adelante, a la derecha hay una cuesta que por alguna razón, tanto Roberto como yo,
(y cada uno sin saber que el otro pensaba en la misma) queremos llevar al grupo.

Tras algunas caida, atasco y risa, llegamos arriba, ocmporbando que el/los «torpes» (jijiji) están bien.

Desde este punto, tengo pensada el siguiente tramos de recorrido peor no diré nada para evitar… «vetos».

Llegamos a la zona del tiro al arco y sin decir nada, giro a la izquierda.

Llevo 50 metros por el sendero y escucho gritos:

Guillermo:

– «No te pares, tira, tira que aun te van a meter una pedrada por venir por aquí….»

De fondo escucho a Doña Blanca junto a la Gintonica  a cada cual rabiando más…

Llegamos a la cuesta de la potabilizadora y pienso:

-«Si espero a que lleguen… pedrada o veto…»

Así que re emprendo la marcha:

-«Venga, ,venga que ya vienen!!!»

Nos internamos por otro sendero, precioso, con un terraplén a nuestra izquierda desde el que se ve media Mejana y el Ebro.

A decir verdad, meses atrás, ese sendero estaba bastante decente y no era peligroso, pero lo que nos encontramos es un pelín… emocionante.

De cuando en cuando, las antaño grietas, se han convertido en zanjas y donde había un paso que permitía rodar, ahora es un pequeño abismo que tenemos que
atravesar bici al hombro y saltando…

Alguno, quiso estrenar el casco nuevo, DOS VECES SEGUIDAS en cinco metros.

Que si ahora doy una vuelta de campana, que si ahora a ver que tal se cae de esta forma…

Roberto me adelanta y aumentamos el ritmo, hasta que tiene un ataque narcolépsico y decide echarse a dormir sobre unos arbustos…jujuuju

Ya en la carretera que sube desde Tudela a los depósitos de agua, reunimos al grupo.

Quienes  creían qeue se terminaba la diversión, se ven sobre un promontorio y una «cuestecica»….

Algunos bajamos y otros… optan por dar un rodeo…jejeje

Llegamos al polígono por encima de los bomberos y de ahí partimos a dar cuenta del almuerzo.

No es que hayamos hecho una kilometrada (creo que rondaría los 40 kmts al llegar a casa) pero lo hemos pasado bien.

 

Visitamos Bardenas

Sabéis aquel que tira la piedra y esconde la mano??

Pues así ocurrió esta pasada semana…

Una moza, insistía…

-«Yo quiero Bardena, que yo quiero Bardena, que vamos a las bardenas, que hace tiempo que no vamos a las Bardenas…»

Y seguía:

-«Hacemos la ruta por las Bardenas que hicimos junto a los de Buñuel? eh ? si? eh? si? venga, venga que sí que vamos…»

Y claro, por no aguantarle… a la Bardena que vamos todos…

Lo curioso, si no insólito, ocurre cuando, dadas las 8:20 a.m. me acerco al parque, donde me encuentro a Gerardo.

Me froto los ojos y sigue ahí, no es una visión. Mr Lamana ha venido!!!

En unos minutos aparecen:

Guillermo, Chelu, Samuel, Emiliano, Roberto, Jarauta, Alayeto, Jose  y yo (Iñaki).

Además aparecen cual limones, Hernando y Ferrer.

Esperamos, esperamos y esperamos pero la cansa de la Bardena no aparece…

Empezamos a sospechar que está «apatruyando» Cintruénigo, no sea que haya una fiesta y se la cuenten…

Dejando la fauna fiestera con su resaca… a lo que íbamos:

Aun no hemos salido del parque y Hernando dice que en cuanto llegue a la recta de Arguedas, se da la vuelta.

Ya en Tudela, junto al puente del Ebro, están Cesar, Patxi e Inés que se ha animado a acompañarnos. Menuda cuadrilla!!

Pasamos el puente del Ebro y avanzamos despacio por los sotos del Ebro hasta llegar a la recta de Arguedas.

Continuamos por el camino favorito de Chelu y al poco miro atrás.

Ahí están todos, incluido Hernando.

Tengo alguna duda con respecto a dos puntos de la ruta y como sé que Cesar ha rodado bastantes veces por esa zona le pregunto.

Nos desviamos a la derecha y unos kilómetros después nos plantamos ante las primeras rampas de la ascensión a Valdecruz.

Arriba, esperamos a reunir al grupo.

Uno de amarillo, sin emitir sonido alguno llega gesticulando:

La madre que me pario, la madre que me vino a parir, me cago en…»

(se me ha olvidado lo que pronunciaba…)

Continuamos para completar las últimas rampas, ya más suaves y volvemos a reunir el grupo en las piedras blancas donde se une con el camino
que lleva al Balcón de Pilatos.

Por fin las respiraciones se serenan y parece que todos vamos bien.

Avanzamos y unos kilómetros más adelante están un nutrido grupo de Arguedas, con los que iríamos hasta «la Nemesia» charlando.

Uno me dice que llevan la mañana accidentada de narices:

-«Uno ha caído en una zanja, ha partido el puente de la suspensión… yo llevo la patilla doblada…»

Al llegar a la balsica/charco/loque sea. Nos detenemos para volver a reunir al grupo, mientras los Arguedanos comienzan el descenso.

Se oye algún comentario:

-«¿Pero esto es normal? Todo el día cambiando, todo el día cambiando!!»

-«Normalmente con la otra (la de carretera) no cambio tanto!! amos joder!!»

Explicando lo que falta a uno, y donde estamos a otros, se pasa el rato, bajo la ladera de «Tripa Azul» y al poco volvemos a montar.

Empezamos el descenso por la madera y yo mismo me repito:

-«El hombro, no hagas el tonto, el hombro…»

Samuel va por delante y Roberto le sigue.

Samuel se está yendo…

Que le den por saco al hombro…

Yuhu!!

Varios derrapes en curva al grito de Ahiiiiiaiaiaiaiaii…ufff!!!!

Y pillo a Sam, para terminar la bajada juntos.

Llegamos abajo y Samuel me mira con ojos tamaño ensaladera:

-«Que pasada!!!!»

Y unos segundos después

-«Había curvas jodidas eh…. jijiji»

Nos detenemos y poco a poco van goteando nuestros compinches, hasta completar el grupo.

Avanzamos por la perimetral del polígono y es aquí donde tengo la otra duda del día.

Cesar me explica que el camino debería salir tras pasar la cabaña de Zapata y después de un rato
rodando, lo encontramos.

La zona es muy chula y aunque no tiene grandes complicaciones, la continuas grietas en el camino
lo hacen divertido.

Atravesamos un barranco y al poco se empiezan a dar los primeros signos de desfallecimiento de alguno.

Bajamos el ritmo y parece que el personal aguanta bien.

Me quedo atrás con uno, y mientras echo la mano a su riñón, veo delante que uno (el brújula) que se ha situado delante…

toma un desvío a la izquierda (cuando yo pensaba que iríamos a la derecha).

Salgo disparado y ya delante le digo:

-«Pero sabes a donde nos llevas por aquí?»

-«No!! uno ha dicho izquierda y oye… me he metido…»

-«Hay alguno que va muy justico y los llevas a las cuestas del rey. Por el otro lado es más largo pero todo llano… tu verás…»

Detenemos al grupo para discutir el tema y en ese momento alguien detecta la rueda baja de Ferrer.

Entre que inflamos y tal… Los que dicen que van más flojicos… dicen que van tirando para delante, otros  que también por si acaso… y al final nos quedamos
cuatro tontos abajo, hasta inflar la rueda.

Cuando emprendemos, no se ve a nadie por delante.

Empezamos a ascender y pronto vemos a la gente y subimos mientras nos toman fotos.

Avanzamos y ya arriba esperamos a reunir el grupo.

A algunos no les hace mucha gracia la cuestica y llegan, con cara de odio…(lo dijeeeee, lo dijeeeee y no me hicieron casooo).

El contrapunto, lo pone Ines, a la que le da un arrebato amoroso y salta encima mia…jejeje

(me explico) A mi espalda escucho:

-«Iñaki, Iñaki, aaaaaaaa!!!»

Y al volverme veo a Ines con bici y todo que ha perdido el equilibrio y se cae sobre mi.

Aun consigo agarrarla, con la ayuda de alguien más y conseguimos que toque el suelo… pero poco.

Más tarde, tomando una cerveza, veo que tiene algo de sangre en una rodilla, pero nada grave.

Patxi, a buen seguro, sabrá como cuidarla.

Tras el incidente, aparece Patxi, que había parado a mitad de cuesta a sacar unas fotos del personal.

En teoría, lo que queda,  es todo para abajo, pero la realidad es que aun hay unos toboganes hasta que el camino nos deje en la carretera de Ejea de los Caballeros.

Acabamos de cruzar la carretera cuando, por detrás, veo que  uno (que fuma puricos y arregla calderas… pero no daré nombres…) emprende por la carretera sin decir nada…

-«Oyeeeee, que vamos a tomar una cerveza aquí en el hotel este!!!»

Sin decir ni mu,… gira más rápido que un colibrí y se pone cabeza de pelotón a tirar hacia el hotel (el poder de la mente!!).

Tras dos tragos recupera las ganas de hablar perdidas dos horas antes…jeje

Salimos y nos acercamos a Tudela, donde despedimos a nuestros amigos Tudelanos y continuamos a Murchante.

Aun pensamos en hacerle una visita a Bauti pero si entramos en el huerto semejante cuadrilla, no queda en pié ni una planta del terruño. 🙂

Una ruta de 75 Kilómetros, no muy exigente pero completa y bonita que seguro empieza a ponernos en forma para una temporada que ya ha empezado.

Gracias a todos por acompañarnos y ESPERAMOS VEROS EN PRÓXIMOS FINES DE SEMANA!!

 

 

 

 

 

31 de Agosto… casi Septiembre…

Ciclisticamente hablando, han sido unas vacaciones de órdago (pero a la grande, a la chica y a pares…).

Desde la salida que hicimos en Junio, con nuestros amigos de Buñuel, no había tocado la bici (ni con el dedo) y eso tiene su repercusión… a todos los niveles (el nivel de úrico, el de colesterol y vete a saber que otros…).

El domingo quedamos a las 8:30 en el parque: Guillermo, Chelu, Marta, Jarauta, Roberto, Aitor, Cesar Aguado y yo (Iñaki)

Se me olvidaba: Gerardo CASI vino (pero solo casi).

Tenía preparada una satén para darle en la cabeza al primero que dijera una ruta inapropiada pero al parecer, la gente estaba por la labor de empezar la temporada tranquilamente.

Decidimos, a propuesta de Cesar, ir hasta los Fayos por la ruta de los toboganes y encaramos las ruedas hacia el cementerio.

Salimos por el camino que discurre junto al camposanto, hacia Cascante y tras pasar las granjas de vacas, llegamos a la carretera de la balsa, en su tramo más próximo a la población.

Por una ruta, ya conocida por todos los Karrikiris, atravesamos una serie de senderos y cuestillas, que nos llevan hasta el camino del cementerio de Cascante (esto hoy, va de lápidas por lo que se ve…).

dejando el pueblo atrás y ascendiendo en dirección contraria al recorrido de la Night & Bike de este año.

Atravesamos la carretera Cascante-Fitero (la de los toboganes) y proseguimos ascendiendo hasta llegar a la balsa que abastece de agua a los pueblos de la redonda, cerca de monte alto.

Un poco más adelante, subimos la cuesta de los sifones y llegamos al asfalto. Toca bajar!!

Nos acercamos a Tarazona mientras conversamos animadamente, los unos con los otros, y poco a poco volvemos a ganar altura, dejando el cementerio de Tarazona a la izquierda y encarando nuestra ruta

hacia el embalse de Santa Ana.

De allí, una carreterilla, nos conduce hasta Torrellas, no sin pasar antes por la nacional y pagar el peaje (llamemosle así a «la cuestica» de entrada al pueblo con pendientes del tropecientos por ciento. Menos mal que es corta).

Mientras Cesar, nos cuenta detalles de los 10.000 del Soplao, salimos del pueblo y dejamos la carretera para tomar pista en dirección a las choperas sitas entre Torrelas y Los Fayos, donde la bajada nos saca la sonrisa a todos.

Poco después estamos en los Fayos, para que los cansos de Chelu y Marta pudieran montar en los columpios (que mañanica con los de «yo quiero montar», «yo quiero columpios»!!!!).

Cuando los chiquillos se han desfogado (y alguno ha dejado el asiento del columpio abombao incluso con el hierro que llevaba debajo de refuerzoooo…)  volvemos a la chopera pero esta vez para no pasar por Torrellas, sino que iremos a subir.

¿A donde?  pues está claro: al cementerio de Tarazona  (que no quede ni uno sin visitar, solo faltaba…)

Tras comprobar que los ganado de peso este verano, no ha sido en musculatura, termina la cuesta y estamos arriba, donde uno me dice , por lo bajini:

-«Llevanos de vuelta, hacia tal sitio para darles sorpresa y tal…»

Sonrío y aunque la secre pone cara rara cuando me desvío a la izquierda nada más bajar del cementerio, la gente sigue y poco a poco vamos encarando al personal hacia «el bulto».

Bajamos por pistas conocidas y dejamos a un lado Monteagudo para llegar a Cascante, donde volvemos a tomar desvío, pasando por el termolúdico y rodear el cabezo del romero, por una carreterilla.

A pocos cientos de metros tras abandonar el pueblo, aparece, imponente «el bulto». Unos lo afrontan con decisión, otros, oyen rechinar los dientes propios a medio ascenso y otros echan el ancla al ver la bajada…jijiji

Yo con el hombro aun en proceso de recuperación total… disfruto de la sorpresa y las caras, mientras la secre que es más perra que un caniche, me sigue oliendose el percal…

Llegamos a Murchante tras aproximadamente 60 Kilómetros de ruta, divertida que seguro que nos  ha venido genial para empezar a ponernos en forma (y lo que queda…).

P.D: Anselmo, no me corrijas que estoy muy desentrenado a todos los niveles!!!

Crónica Lerín: Dos tullidos sobre ruedas

Llegábamos a Lerín sobre las 8 para que la secre no se pusiera nerviosa (le gusta llegar con tiempo).

La expedición constaba del siguiente ejercito Karrikiri:  Guillermo, Marta, Samuel, Roberto, Feliciano, Diego y yo (Iñaki). A los que se nos unía Aitor Alfaro.

Tras proceder con el trámite de recogida de dorsales y tal, vamos a por las bicis y nos plantamos en la salida.

Dicen que seremos unos 380 en tomar la salida.

La organización lidia con algún problemilla de última hora pero, la verdad es que lo solventan muy rápido y nos dan la salida.

Se produce una estampida y todo el mundo me adelanta por todas partes. He perdido a todos.

Acelero y nada más salir de l pueblo hay una subida. Voy recuperando puestos y veo a Diego, Samuel y Aitor. Feli y Roberto están más adelante y no puedo alcanzarlos. Es casi una subida al sprint de un par de kilómetros (calculo yo…).

Miro atrás y veo a Samuel. Lo he adelantado? Iré con él.

Nos adelanta Aitor y empieza el sendero. Aitor va tres puestos delante de mi y justo detrás va Sam.

La cosa se relaja un poco y empiezo a disfrutar en el primer sendero que discurre paralelo a un pinar, pero al poco otra subida, fuerte pero corta (de unos doscientos metros).

Miro atrás y no lo veo.

Sam: -«Estoy estoy, venga!!»

Hemos llegado arriba del cabezo y en llano la gente sigue yendo a saco.

Unos voluntarios nos indican cambio de dirección a la izquierda y precaución. Se donde estamos y lo que toca (se lo intenté advertir a Marta para que no le pillase tan de sorpresa, pero una vez metido… sé que le va a pillar…hombre que sí…jijiji). Viene más atrás con Guillermo, así que… se prepare…porque solo acaba de empezar…

Bajada, bajada…seria con varias curvas, la gente derrapando con una o ambas ruedas y público / fotógrafos apostados a los lados buscando imágenes.

Si algo se nos da bien al «dúo calavera» es bajar y tras la última curva, Samuel me grita, sin freno!!!

Y nos dejamos caer a tope por ese minúsculo sendero, mientras busco la forma de no tragarme al de delante (que va parecido, pero… le veo poco seguro…).

Toca girar a la izquierda y pasamos un par de toboganes para girar inmediatamente a la derecha. Aquí empieza lo duro realmente.

Nos meten en un pinar cerrado, en el que discurre un sendero, co mucha curva en un continuo rompe piernas.

Solo se oye, la respiración del personal dándolo todo…

(Al acabar Diego que iba unos metros delante, me dijo que escuchó mi carraspear de garganta!!!) Eso es concentración y una muestra de lo calladito que iba el pelotón…

El terreno es duro y aprovechamos los escasos segundos de bajada para tomar aire y encarar la siguiente subida en un proceso que se repite de forma continua, con algunas pendientes realmente fuertes.

En una de ellas, Aitor, resbala o cae y le adelanto. Viene inmediatamente detrás de nosotros.

En un repecho, me adelanta David Irigoyen, Ibaigorri muy majete, y me saluda.

Sigue una bajada y yo respiro al pasar por un punto en el que rozo la corteza de un pino con el manillar (por sendero y a buen ritmo…). Oigo a Samuel

-«Uyyyyyy»

Y seguido…..

Rsssssssssssssssssssssssssssssssssssss.

Sam:- «El detrás se ha aoistiado»

Yo:-«El del derrape??»

Sam:-«No has oido después el «clonk» contra el pino??»

Yo:-«No…»

Sam:-«Se ha dao, se ha dao…»

Salimos de tres o cuatro pinares contiguos, separados entre si por un camino y empieza una bajada donde se indica la bifurcación para que decidamos si se elige el itinerario corto o largo (20 kmts vs 55 Kmts).

Puede parecer que el corto no era nada pero, alguien del grupo dijo después que en ese punto estuvo pensando si terminar la corta y dejarlo ahí… CUIDADIN (que no se lo había escuchado nunca…).

Me acuerdo perfectamente de ese punto porque hace dos años , embarrados,  Roberto y yo, participamos y yo «volé» poco más adelante.

Giramos a la izquierda y ahí está… gente, en los puntos más… jugosos / peligrosos….jejeje

Un voluntario me dice:

-«Bajada fuerte y curva cerrada seguido!!!»

La bajada la recuerdo, son unos dos metros casi verticales en los que no hay que frenar mucho y una curva muy cerrada justo abajo.

Este año, lo supero sin problema y Samuel me sigue sin perder un metro. Aitor está unos metros detrás.

Un par de giros más y subimos un sendero que se que lleva… a la tranquilidad…

La tranquilidad son pistas/caminos… normales…

Miro atrás y no veo a Aitor.

Vamos rodando tranquilamente y Sam marca el paso. No ha entrenado mucho últimamente y dice que no puede ir mucho más rápido pero… es que va muy bien!!!

Voy mirando atrás y ni noticias de Aitor… hasta que a falta de 500 metros para el primer avituallamiento nos grita desde detrás. Va rodando rápido.

Conforme nos acercamos al avituallamiento, Samuel me dice:

-«Fijate, NO PARA NADIE!!!…»

La gente parece que se está jugando el campeonato del mundo

Ya juntos los tres, comemos un trozo de plátano y bebida.

Salimos ya repuestos cuesta arriba y veo delante a David. Estoy fresco y voy a por él. Lo alcanzo, y charlamos mientras acaban de subir Samuel y Aitor.

Sam:-«Ya , venga!!»

Me despido d e David y aceleramos.

Yo:-«Aitor?»

Sam:-«venía detrás…»

Miro y no lo veo…bajamos ritmo… esperamos… pero no viene.

Sí, ahí viene… venga…

Estamos así varios kilómetros, por terreno rompepiernas, pero Aitor va muy justo. Ya nos pillará en el camino…

Por fin llegamos a una pista que conduce a un cabezo/pinar y rodamos tranquilamente. Al fondo le veo. Bajamos el ritmo pero no va acortando distancia, hasta que llegamos

al inicio de la subida. Sendero, repechos y apretar dientes…

Empezamos a subir y aquello inclina cada vez más hasta convertirse en un sendero/cuesta que supera ámpliamente el 20% (no se cuanto, pero bastante más del 20%). Suerte es corta…

Voy ganando metros y oigo a Samuel jurar. Se le ha salido la cadena.

Yo:-«Te espero arriba…»

Sam:-«Si, sigue…»

Arriba hay gente animando (pero animando como si fueran hinchas de verdad… que gusto de público!!!). Arriba el sendero continúa subiendo pero y a de forma «civilizada» y en dos minutos tengo a  mi compinche detrás.

Continuamos ascendiendo, de sendero en sendero hasta llegar a la cumbre y empieza una bajada por pista estrecha que termina en un santiamén para volver a ascender por sendero.

Y bajamos… y volvemos  a subir y subir y subir….

Pillamos a un par de tipos. Uno de azul con una Canondale y uno de verde.

Charlamos con ellos mientras terminamos la subida y hacemos grupo.

Toca bajar y en una de las curvas, está la alfombra de cronometraje. Seguimos bajando por un sendero hasta que se abre y pasamos a una pista.

El de Azul, se pone primero, yo segundo y Samuel tercero. Al de verde lo hemos perdido en algún momento y no me he dado cuenta.

Tira un par de kilómetros y como no cede, le digo, adelantándolo:

-«Voy, te relevo!!»

Y justo en ese momento, curva y pista buena.

Un kilómetro más adelante está el avituallamiento.

Estamos un ratillo pero, de Aitor ni noticias, así que seguimos.

Nos meten en un sendero, del que tengo recuerdos 2encontrados».

Por un lado recuerdo que era muy técnico y divertido (tal vez un pelín… peligroso??) y por otro que en la edición anterior, ahí me saltó un «plastón» de barro, al ojo, que tuvieron que atender los chicos de la DYA.

Hoy no ha llovido así que… no hay peligro de barro!!

Voy delante. Miro atrás y veo que el de azul va haciendo la goma y apretando dientes.

Yo: -«Vais bien??»

Sam:-«Sí, tira…»

Azul:-«Así pero no más… voy a tope…»

Yo voy disfrutando. Vámos rápido para ser sendero pero voy muy fresco y estoy gozando.

En un momento dado, el terreno «desaparece». Hay una cuesta abajo de unos dos metros muy vertical. Detrás escucho:

-«Ahhhhhhh, la bolaaaaa»

Mi rueda delantera ya está bajando y ya no tengo claro si volví la cabeza a mirar al de azul… pero si que sé, que el sendero, de un palmo de ancho, tiene a mitad de cuesta una piedra. Lo justo para que el grosor de la rueda pase por el resto de sendero… y  es tarde…

Todo se ralentiza y estoy volando

-«Que pifloyo me voy a meter…»

Caigo de cabeza con todo el peso en el hombro derecho…

Brrrrrrmmmmm!!!!! auggghhhhh…

Creo que me he roto el hombro… Mierda!!

A ver si me puedo mover…

Sam:-«Estas bien? Iñaki….»

Yo:-«Arggggggg. Me he hecho daño… Daño de cojones…..»

Consigo separar la cara del suelo y me pongo de pié. Me duele desde la cintura, al cuello…

Aparecen dos cliclistas y tengo que quitar la bici y mi cuerpo del sendero… otros dos y otros más…

Apoyo, mi mano derecha sobre el antebrazo izquierdo…. y pruebo a mover la mano, moviendo la muñeca.

Puedo usar el ratón… ufff, no es tan malo…

Intento mover el brazo… ¡¡DOLOR!!…

A que me he dejado la clavícula ahí…

Muevo, muevo y decido mover… hasta que se mueve… hombre que si se mueve… me hace poner caras parecidas a las del feo de los Calatrava pero… se mueve…

Ahí no va a venir nadie a por mí…

El de azul está sentado y dice que no puede continuar… hasta que pasados unos minutos decide levantarse e intentarlo…

En ese momento aparece Aitor, que no se entera de nada, como es normal (no ha visto nada y yo ya estoy esperando al de Azul).

Monto en la bici y cada bache es como si me clavasen un florete en el hombro… madre madre…

Llega una cuesta arriba, nada, corta… tengo que tirar del manillar para hacer fuerza y creo que me voy a desmayar… me mareo… «Cagüen todo» que dolor…

Pero por fín estoy en la pista junto al río. Sé que quedan unos 16 kilómetros hasta meta…

A samuel se le empiezan a subir las bolas (los gemelos….) y va aullando…

Vamos a ritmo tranquilo, porque el dolor es considerable pero Aitor vuelve a quedar atrás y lo perdemos… pero Ahora no puedo esperar.. voy roto… literalmente.

Llegamos a la parte baja de Lerín y hay unos chavales en un avituallamiento.

Samuel, tiene mucho dolor y tiene que bajar de la bici.

Aparece Aitor y se va por delante…

Samuel vuelve a montar y seguimos despacio.

Atravesamos un corto sendero  en el que vuelvo a marearme y volvemos a una pista cuesta arriba. Allá va Aitor.

500 metros después estoy junto a Aitor, que decide ir a la plaché (si es que…) mientras yo pregunto por ambulancia y me dicen, que, arriba, en el pueblo.

Samuel me dice:

-«Venga subimos y que te miren eso…»

Yo:-«quedan 4 kilómetros no?? Venga, hay que terminarla…»

Nos vuelven a sacar por una pista y empieza una cuesta suave. Adelanto a uno, a otro… mientras voy recitando algo parecido al título de un libro escrito por un tal Salman Rushdie.

No es que jure. es que no lloro por vergüenza.

Y de repente Samuel se pone a Bailar la Yenca!!!

-«Para, para , para, paraaaaaaaaa..!!!!!!, Se me ha subido el muslo, y la bola  ARRGGGGGG, y se me ha bloqueadooooooo, la rodilla!!! Ayyy!! Ayy!!!!!»

No puedo atenderlo. Bajo de la bici con el brazo colgando. Tengo el cuerpo como si no hubiera andado en bici pero el hombro… como si lo hubieran pasado por una turmix…

Me río… es tristemente cómico…

Samuel tirado en el suelo tripa arriba, cual cucaracha tras el impacto del insecticida y yo de pié mirándolo, pero no puedo hacer nada.

Yo:-«Sam, nos volvemos, llegamos al pueblo y subimos como sea, no pasa nada, venga…»

En esto pasa un tipo y ve la escena. Va roto, el pobre y para. Le da el botellín de acuarius a Samuel y le dice que se lo eche por las piernas, que le aliviará…

-«Uhhh?»

E increíblemente… Samuel, cual Lázaro, vuelve a andar.

Sam:-«Venga que la acabamos…».

Ahora vamos por un camino en buen estado y dejo el brazo apoyado sobre mi muslo para que, el hombro, no soporte el peso,  con lo que casi no me duele, y me da pena Samuel.

Queda una cuesta de un par de kilómetros…

Sam:-«Vete, si quieres esperame arriba o sigue y que te miren el hombro anda…»

Sam va en molinillo y yo en cuanto tengo que agarrar el manillar con ambas manos, vuelvo a sentir la necesidad de maldecir todo lo que se me pasa por la cabeza…

Llegamos arriba y vuelve a cerrarse en un sendero…lleno de raices de árboles…  Esto es una penitencia que ya quisiera algún sevillano en semana santa… (ni una bula papal quita tanto pecado…).

El sendero termina en una serie de toboganes con raíces que ya me hacen gritar a cada salto y Samuel me anima, hasta que por fín llegamos al pueblo y atravesamos una pasarela metálica.

Continuamos por calles cuesta arriba y nos avisan. de que llega, lo que Aitor después llamaría: «El turruntero de este pueblo»

-«Dale, Dale!!!»

Yo:-«Venga Samuel que ya estamos Venga, fuerte!!»

Aprieto dientes y subo como si fuese llano. Hasta me sorprendo de lo fácil que he subido pero miro al lado… miro atrás… y allí esta mi amigo, en su particular guerra con los gemelos subiendo el cuestón aprentado dientes.

La gente anima.

Una mujer:

-«Vengaaaaaaa, que está ahí la metaaaaaaaaaa, vengaaaaaa, tiraaaaa, mozooooooo tiraaaaaaaa»

Hasta que Samuel se me pone a la par y la mujercica:

-«Mialos que majooooossssss, mialosssssss que se esperaaaaaaaannnnn»

Cien metros después atravesamos el arco de meta agarrados del hombro del otro (del bueno).

Avisamos de que necesito un médico y un voluntario me lleva la bici. El hombro me va a reventar y la ambulancia ha ido a trasladar a un tipo con clavícula rota (ya verás ya…que no sea un presagio).

La ambulancia nos va a esperar precisamente donde hemos aparcado y allí acudo. Mientras voy andando parece que liberar la tensión del brazo relaja la zona y me duele menos…

Casualidad, está llegando la ambulancia y me encuentro a mi ex-alumno y amigo Xaba (brócoli…jejeje) al que recibo con un afectuoso

-«Si me abrazas, te doy con la mano abierta en la cara!!! jajaja»

Finalmente parece que no hay nada roto, si acaso fisura me dice el médico que me administra un par de nolotil.

Mientras compartimos batallas con Diego, Feli y roberto que han llegado antes, se me relaja algo más y parece que el medicamento va haciendo efecto.

Finalmente llega Aitor, Guillermo y Marta.

Cuando acabo de ducharme  acudo a la plaza. Marta ha sido la segunda mujer en llegar y tiene derecho a trofeo!!!

!!Ole por la secre!!

Saco unas fotos, y vamos a comer en el polideportivo, mientras hablamos de la bonita mañana que hemos pasado.

Por suerte.. queda casi un mes para la siguiente (Alsasua) y el hombro va a estar curado (SI… o SI).

Ah… y me olvidaba de David Irigoyen, que también se cayó y tuvo que retirarse con el hombro perjudicado… un saludo y que te  mejores!!

P.D: De la prueba de Lerín y sus organizadores, aprendimos mucho el primer año que acudimos y este año hemos vuelto a aprender cosas que intentaremos aplicar a nuestra prueba.
Creo que tiene un mérito especial, lo que la asociación Ibaigorri consigue en ese pueblo y un público que anima como si fueran las olimpiadas. Mi admiración y la de mis compañeros por semejante alarde de buen hacer.

 

Crónica: Marcha Reino de Artajona

El año pasado probamos los senderos, junto a nuestros amigos de Artajona.

Tanto, …tantísimo nos gustó la experiencia que teníamos que acudir de nuevo, a ver en que había estado «deslomándose» Nacho (artífice del invento) durante estos meses.

Ya desayunando estaba nervioso. Hay pruebas, recorridos e itinerarios tan variopintos en esto del BTT que es difícil de creer.

Si la semana pasada estábamos rodando en Los Monegros, por pistas interminables, la ruta de hoy, iba a ser lo ás alejado en cuanto a concepto de la anterior.

Llegábamos a Artajona y se nos acerca un chico de Lerín, que resulta ser David, al que conocía solamente vía Facebook y finalmente nos ponemos cara.

También están un buen grupo (creo que eran 9) de Bikers de Fustiñana con los que hablamos antes de la prueba y ya camino de la salida.

Arranca la prueba y como casi siempre, hay una explosión dado que nadie quiere atascos en unos senderos donde es realmente difícil adelantar.

Nosotros nos lo tomamos con tranquilidad, hemos venido a disfrutar y lo vamos a hacer de verdad…

Aun en esas, subimos al cerco, y volvemos a bajar para reemprender la subida donde se estira el grupo y empieza el primer sendero.

Bauti y Dani van a mi lado, Guillermo y Jarauta un poco más atrás..pero poco.

Estoy babeando como el perro de Paulov a la espera del primer sendero. Este me lo conozco.

Entramos  en un pinar, desde la parte superior del mismo por un sendero de poco más del ancho de la rueda (así serían todos) y empezamos el descenso. Por suerte me ha tocado un grupete majo y van bastante rápido. delante de mi un chico de Larraga, tres Fustiñaneros y uno de Basauri.

Entre pinos,y toboganes discurre la cosa, a ritmo majo, pero sin agobios (disfrutando, vamos).

A Bauti le escucho de fondo pero las bajadas en los extremos del pinar, le hacen perder unos metros…(a final del día se convertiría en un experto bajador pero a esas horas…).

Un chico de Fustiñana pierde tracción y pone pié a tierra,retirándose rápidamente para no formar atasco mientras pasamos el resto de la grupeta.

Ya abajo del pinar subimos piñones y se escucha el cambio de los primeros platos pequeños. Yo voy a intentar no bajar del mediano en todo el día, ya que el ritmo es suficientemente tranquilo como para ello. Vamos ascendiendo un pinar, gemelo del anterior, haciendo «S» . Una fila más abajo veo a Bauti y dani y dos más allá a Guillermo y Jarauta.

Arriba, la pista continúa ascendiendo y el chico de Larraga, empieza a respirar avisando de que lleva las pulsaciones altas. Se retira  a un lado y seguimos el resto.

Me vuelvo un instante: -«Aupa Bauti aprovecha ahora que es menos técnico»

Al poco está detrás de mi.

-«Dani?»

-«No lo se… no me da tiempo de mirar atrás…»

Continuamos ascendiendo y el segundo chico de Fustiñana se echa a un lado, supongo que para esperar a sus colegas.

El de Basauri emprende el descenso y yo dejo unos metros de ventaja hasta que…. BUAAAAAAAA… me dejo caer sin frenos….. Me encanta!!

Abajo he perdido a Bauti poer toca pista, ya me alcanzará, voy a ir tranquilo.

Voy charlando con el de Basauri por la pista y comienza a descender hasta atravesar el canal de Navarra.

La pista continúa bajando y esto no me mola nada… la ruta de los senderos va siempre cerca de las crestas y eso implica… subidón…

Al poco aparece Bauti que se nos une y charlamos los tres tranquilamente.

Muchos de los que habíamos adelantado subiendo nos adelantan ahora.

La pista gira y la pendiente cambia a positivo, con lo que sumado al viento de frente…

Ascendemos tranquilos y veo a casi todos los que nos habían adelantado bajando, en un pelotón, así que pegamos un tironcillo para pillarlos y resguardarnos del viento.

Aguantamos un rato con ellos pero decidimos arrancar, para subir más a gusto a nuestro ritmo.

Ascendemos los tres en solitario cuando llegamos a un trozo asfaltado… menos mal que son pocos metros… vaya cuestica!!!

Al poco, aparecemos en la cabaña de los pastores (creo que le llaman así), donde saludo al cuñado de Ramón, uno de los organizadores y proseguimos, ya por senda, en una cuestica… de las buenas.

Arriba miro hacia abajo.Pensaba que en la zona de pista nos pillarían pero… ni señal de Dani, Guillermo y Jarauta.

Comienza una zona de sendero muy bonito sobre zona de arbusto alto y el suelo parece hecho de pegamento.

Las agujas de pino, forman una capa importante y eso sumado a lo rizado del terreno hacen que parezca que vas pinchado. Hay que apretar dientes.

Superada esa zona y ya arriba del todo, en la cresta del monte, le digo a Bauti que paremos y tomamos algo de gel.

En esas estamos cunado aparece Dani que dice que ha arreado fuerte en la pista.

Continuamos los tres juntos y empezamos un descenso ratonero con curvas cerradas, que incluyen peralte, donde la rueda trasera derrapa y la delantera rezas para que no haga lo mismo y aplicas toda la técnica  para que la máquina gire y no te comas el pino de enfrente… vamos UNA GOZADA!!!

Curva, ras, pedales, curva aaaaaaaaaaAA, uf, pedales, tobogán curva…. CHOF.

Oigo una caída pero donde estoy no puedo, ni detenerme ni mirar atrás. Bastante tengo con que la bici no de vuelta de campana.

Paso esa zona y la bajada continúa en sendero pero mas abierto y lineal así que soltamos frenos y dejamos que la gravedad actúe.

Es una delicia subirse por el peralte de las curvas a toda velocidad, empalmando una con la siguiente hasta que llego abajo a un camino y espero a mis compinches.

Pasa un Biker…. otro…. otro…. otro…

-«No se a quien esperas pero no vienen nadie a la vista tras de mi…»

Y pasa Dani.

-«Dani… espera a Bautiiiiiiiiiiiiiiiiiiii»

Y Dani desaparece sin escucharme…

Pasan un par de minutos más y aparece Bauti.

-«No me he hecho nada, me he tragao el pino pero estoy bien!!!»

Arreamos juntos mientras hablamos de técnica de descenso y cosas así…

Varios toboganes, y senderos después llegamos a la carretera y cruzamos. Si no recuerdo mal, el siguiente camino a la derecha iba al pantano… SI, este es.

Entramos en el camino y ya se ve el avituallamiento.

Nos detenemos y Dani no está ¿???

Comemos, mientras charlamos con otro de los organizadores con el que estuvimos el año pasado, muy majo, él (creo que es francés?).

Dos botellines de agua después y dando cuenta del tercer plátano, aparece Guillermo y Jarauta.

Se lo están pasando como enanos, también.

Jarauta me dice:

-«Tenías razón… hay ratos que no me daba tiempo a coger la manguera de la camel para beber…QUE GUAPO ESTA ESTO!!!»

Guillermo aprovecha el receso para ir al excusado (ribazo) y un burro (sí, un asno, pollino, o como quieras llamarlo…) se enamora de él.

Mientras unos nos descojonamos, el animal olisquea y roza a Guillermo amorosamente con su testuz mientras el otro se apresura a terminar, por lo que pueda suceder…

Arrancamos de allí, ya fríos, tras tanto rato parados, y nos acercamos a un nuevo sendero que asciende hasta la altura de la presa, para ir a parar a un camino.

Siguiendo la pista unos cientos de metros, hay que elegir:

Recorrido corto o largo.

LARGO… POR SUPUESTO EL LARGO (que no termine nunca este recorrido, pensábamos algunos).

Por un sendero del que tenía un gran recuerdo continuamos ascendiendo hasta que se termina el monte y no queda otra que bajar.

Y ahí está la escena que recordaba con tanto cariño:

El sendero descendiendo entre pinos y abajo, el agua del pantano a la espera de un fallo… una escena preciosa que Bauti gritaba…

-«Pero miralo!!!! que pasada!!! increíble!!! Precioso!!!»

Acabamos sobre la presa para cruzarla y volver a subir por asfalto a un edificio del canal de Navarra. A partir de ahí la pista ya de tierra continúa ascendiendo pero mas suavemente.

Voy hablando con Bauti de lo que estamos gozando. Arriba reunimos el grupo y comenzamos un descenso por pista que nos lleva a otro sendero en sentido ascendente.

Las piernas ya se han calentado y voy disfrutando como un enano. Me da igual bajar que subir (o casi…) y arriba…. un voluntario nos avisa

-«Bajada complicada, cuidado!!»

Veo que mi amigo cambia de color y se pone detrás de mi. Si va como una rejineta!!!

Un poco tenso, pero solventa la situación como un profesional… la mañana le está entrenando en esto de bajar y se ve que lo hace mucho mejor!!.

Ya los cuatro abajo en pista, le digo a Jarauta que se limpie la baba… Está gozando si cabe, más que yo y va con la sonrisa puesta en la cara.

Toca ascender por pista y lo hacemos tranquilamente para llegar a un nuevo sendero. Vamos como flechas, esquivando árboles de curva en curva, hasta que me encuentro en un cruce donde me surge la duda.

Delante una cuestica, a mi izquierda un cuestón con el 30% de desnivel y encima una pareja de voluntarios.

-«Por donde?»

-«Por aquí»

-«Madre que cuestón meten a estas alturas…»

Subo piñones y arreo, a lo que veo que Bauti hace lo propio sin pensárselo dos veces.

Empezamos y la cjhica se levanta con las manos en la cabeza y gritando…

-«Noooo por ahí no hombre, como vais a subir por aquí!!!!. A estos doble de bocata a la llegada!!!!»

Cagüen toooo…

Damos media vuelta y seguimos a Guillermo y Jarauta que nos han adelantado por el sitio correcto mientras nos veían hacer alpinismo.

Termina el sendero y bajamos, ya a pista hacia Artajona.

Casi entrando en el cerco, un voluntario nos indica:

-«Por aquí!! cuidado las escaleras!!»

Voy el primero y echo el cuerpo atrás… mientras la bici va botando como si de un canguro se tratase escaleras abajo… boin, boin boin…

Detás Bauti, recitando un sutil:

-«Quita que te me como, quita que te me como…..»

El recorrido nos hace volver a subir al cerco y de allí bajar por una cuestica, que discurre paralela a unas escaleras para finalmente emprender el descenso final al polideportivo.

Entramos los cuatro juntos, a meta, donde Dani está esperándonos.

Hemos gozado como enanos en la marcha más bonita que pueda haber para alguien al que le guste el BTT.

P.D: De las historias de: «Cómo se desenreda un Fustiñanero de su bici y pedales automaticos y cosas así…» no existen resgistros escritos….

 

Crónica: Maratón de los Monegros 2014

-«Que no se me olvide la comida…»

Faltaba poco para las 8:00.a.m. y yo repasaba mentalmente todo lo que tenía que llevar, hasta que me doy por vencido. Lo que no recuerde ahora, no lo voy a recordar, así que pillo la camelback, la mochila de la ropa, la bolsa de la comida… y acudo al Hangar del «KarroKarrikiri».

Soy el primero en llegar pero un minuto después aparecen Chelu y Guillermo cargados con  bicis de terceros,su propia maleta y demás enseres.

Montamos las bicis, enganchamos el carro a la furgoneta y sobre las 8:20 a.m. estamos camino a Sariñena.

Conduce Jarauta, copilotado por Sierra. En segunda fila de asientos, Marta, Feliciano y yo, y atrás van Chelu y Guillermo.

En otros dos coches nos acompaña el otro equipo (el de la media maratón («The Goin Brothers» más un amigo suyo de Tudela y el apoyo de Raquel).

Una vez en Sariñena, se nota el jaleo. Seremos unos 6700 ciclistas en tomar la salida y hay que acomodarlos a todos…

Entremos en el recinto y lo primero son los dorsales, tras lo cual nos dedicamos a las compras y esas cosas.

Visito a los chicos de RockTheSport, que están trabajando para solucionar cualquier incidencia y tras eso… a poner los carteles de la Night & Bike 2014.

Hecho el trabajo…toca comer.

Son casi, las 11:30 a.m. y hay que zampar. Solo quedan dos horas para la salida.

Media hora después comienzan las prisas…

En la maratón, dicen, que salen unos 5000 Bikers, con lo que hay que llegar cuanto antes a la parrilla de salida para no empezar desde muy atrás (puede suponer muchos atascos, agobios y accidentes).

Nos cambiamos a todo meter y vamos a la salida. !!!Esto está hasta arriba!!!

Empezamos a ir hacia atrás y más atrás, hasta que Marta ve un hueco… y digamos que nos metemos…

Estamos a mitad de parrilla y queda una hora aún.

Feliciano dice que va a intentar tirar fuerte, mientras el resto decidimos pasar el día juntos.

13:20, Se pone a llover y decidimos ponernos el chubasquero.

13:30 Se da la salida y vemos, al fondo, como los primeros salen disparados mientras nosotros seguimos parados…hasta que pasados unos minutos, empezamos a movernos muy despacio…

Tenemos suerte y pasamos el embudo del pueblo sin parar. Marta, Guillermo y yo vamos tirando hasta que nos damos cuenta de que el resto no está así que reducimos ritmo y dejamos que nos adelante gente hasta que chelu, Jarauta y Sierra enlazan.

Al principio hay varias zonas de charlos que ocupan todo el camino e intentamos esquivarlos y/o pasar lento para no mancharnos, pero dado que otros acaban salpicando… optamos por pasarlo bien :-).

Toca zona contra el viento e intento pillar rueda y que el resto del grupo me siga pero apenas acelero, me indican que baje ritmo… me toca tirar a mi solo contra el viento… argggg.

Pasan los kilómetros y la situación se repite varias veces, y me desgasta pero bueno, vamos avanzando.

Pasamos «el río» y este año nos encontramos la sorpresa de que ¡¡está cementado!!. Lo que antaño era un atasco monumental ahora es un charco más en el trayecto.

Continuamos y vuelvo a tirar del grupo en pos de una rueda a la que seguir pero… seguimos igual… con cada acelerón para pillar una rueda que vaya a un ritmo que me guste y me permita descansar… me indican que baje ritmo y tengo que volver a tirar contra el viento…

Entramos en la zona de polvo y se forma tal tormenta de arena que apenas se ve delante, pocos metros.

Paso encima de una grieta y pego un grito avisando pero es tarde. Marta casi se la come y un tipo que se ha metido en medio de nuestro grupo, mete la rueda de lleno y cae al suelo. Guillermo que va inmediatamente detrás, decide rematarlo con un golpe de rueda en el costillar del caído, sin pensar que eso… le hará saltar por los aires.

Escucho gritos detrás de mi, y al girarme veo un atasco de gente que intenta no atropellar a los accidentados.

Por suerte, ambos se levantan por su pié y corremos a ver que tal están mientras se retiran del camino.

Parece que están bien y el mozo no le tien en cuenta el golpe de rueda a Guillermo.

Conforme avanzamos,vemos muchos accidentes de participantes. Entre tanta gente… siempre hay percances.

Llegamos al primer avituallamiento y nos detenemos.

Nada más salir de nuevo a carrera, empieza una zona de aproximadamente 8 kilómetros de ascenso a la sierra.

Los primeros cuatro son de poca inclinación, pero los últimos van adquiriendo inclinación y por doquier se oye ruido de cambios, ascendiendo piñones.

Pongo un ritmo cómodo y empiezo a adelantar a gente y más gente (Me crezco…a ver si resulta que soy escalador…jijiji). De reojo, veo a alguien que no me deja la rueda y termino por mirar quién es… Si es Marta!! y le sigue Chelu!! que bien.

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De Izquirda a derecha:Chelu, Marta y yo

fotoMonegros1

De Izquierda a Derecha:Chelu, Marta y yo

Ascendemos hasta arriba juntos y esperamos al resto que llegan en unos minutos para proseguir en grupo.

Toca zona de falso llano para terminar de nuevo con otra rampa. Las caras dicen que hace daño. Mis sensaciones son buenas.

Arriba hay un avituallamiento, y esperamos a reunir de nuevo.

Alguno que estuvo el fin de semana anterior enfermo, parece que aun arrastra secuelas y llega fastidiado.

Marta le ofrece que cambiemos a la ruta corta y eso le llega a la alma:

-«Yo he venido a hacer la larga y la terminaré!!»

Tocan unos cuantos kilómetros de bajada y disfrutamos de la zona, si bien tenemos que lidiar con bikers que se cruzan sin avisar (alguno se llevó algún grito y una muestra de mano abierta destino a su cabeza…), accidentes y demás…

Kilómetro 58. Avituallamiento sólido. Nos detenemos a zampar.

Bocadillo de atún con mayonesa (no es lo mas digestivo pero había hambre), plátano y bebida.

Mientras comemos, llega, el amigo de Jarauta que nos acompañó en la Javierada y dice que va fastidiado…

Mi teoría es que todos los que estamos participando sabemos que a media tarde va a llover y si te pilla antes de cierta zona arcillosa… lo vas a pasar mal, por lo que la gente ha empezado realmente fuerte y ahora se pagan als consecuencias.

Volvemos a montar en bici y aunque Marta me dice lo contrario, se que toca falso llano ascendente con viento en contra durante unos 15 kilómetros…ufff

Esta vez Marta me va haciendo relevos y me empiezo a notar flojo… será la digestión?? esperaremos…

Cuando llevamos varios kilómetros, el grupo parece que va repuesto fuerzas y empiezan a dar relevos con lo que podemos descansar mejor.

Llega una zona de toboganes (cuesta arriba, casi llano, cuesta arriba casi llano…) e intento dar mas relevo para que alguno  que sé que va justo no tenga que hacerlo y veo como voy desgastándome de forma importante…

Finalmente llegamos a una curva, donde otros años había una cisterna repartiendo agua y dejamos el viento de forma que nos da lateralmente… algo es algo.

Llega la zona que más temo. Es una sucesión de toboganes que se hace interminable y soy consiente de que es donde más desgasta la ruta.

…Y efectivamente la gente va hecha un trapo. No pillamos una rueda decente ni por asomo, así que vamos avanzando mientras otros se meten tras de nosotros…

En medio de una cuesta, paramos un minuto a tomar un gel y proseguir… esto me ha levantado en el aire!!

Continuamos así kilómetros, hasta que finalmente llegamos al último avituallamiento, donde volvemos a parar a comer algo.

Quedan 30 kilómetros aproximadamente.

Salimos que queda algo de ascenso, suave pero se ve con otros ojos, a sabiendas de que en pocos kilómetros tiene que llegar el descenso.

Efectivamente, empezamos a bajar y Marta con Guilllermo van tras de mi. Unos metros más atrás Jarauta, Sierra y Chelu.

Se me ocurre decirle a Marta:

-«Leí que los que hagan menos de 5 horas es diploma Oro, hasta 6:30 es plata y hasta 8:30 creo que bronce…y el resto…pos nada, claro…»

-«Como?? Venga vamos…»

-«Estoy muy desgastado… vamos a exprimir ahora??»

-«Venga vamos…»

Cambiamos RADICAMENTE el ritmo a nos ponemos mano a mano a darnos relevos.

Posiblemente sean los kilómetros de mi vidaa ciclística en los que más desgaste haya sufrido y en los que más haya tenido que tirar de fuerza mental para no pararme…

Rodamos a unos 35km/h y adelantamos a un número ingente de participantes que van casi parados.

-«Voy por la izquierda, voy, voy voy…»

Tenemos que ir advirtiendo para que nos dejen paso y no provocar incidentes…

Cae alguna gota suelta, nada solo una advertencia… peor estamos acabando la zona de polvo, BIEN!!

Llegamos a un camino asfaltado y me toca relevo… lo doy todo… 44 km/h… hasta que me vacío y Marta me sobrepasa.

Un tipo, majo… iba tras de Marta y quiere seguir ahí…

-«Marta, deja paso que quiere pasar…»

El tipo: -«No, no… que voy muy bien aquí…»

-«Pues mira… esta rueda es mía así que arreando y sino a dar relevos!!»

Y el tipo… optó por NO dar relevos…

Marta va disparada y yo voy en reserva… cada kilómetro de viento comido anteriormente… me viene ahora para decirme: Para… ya no hay gasolina.

Quedan 15 kilómetros y seguimos dando fuerte… y toca subir una cuesta asfaltada.

Voy reventao peor me crezco al ver que seguimos adelantando gente y no nos adelanta nadie… Venga vamos!!!!

Marta, me ve flojear y me grita:

-«VENGAAAAAA, ULTIMO ESFUERZOOOO, Venga….»

Agacho la cabeza y le digo:

-«Vete… no puedo» y bajo a 21 km/h. Eso es gloria… y aun adelantamos a la gente…

-«Como?? Vengaaaa!!!!!»

Y no se aun porqué… le hago caso… 28……29…. 30 km/h…..

QUEDAN UNOS 6 KILÓMETROS  y vamos por un camino/pegredal de grava aragonesa (cada canto de espanto, oiga) y parece que nos han dado fuego…

-«Venga, ya se vé el pueblo!!!»

Continuamos adelantando y alguno «se pica» al ver a Marta adelantándolo a semejante trote pero… nadie arranca…

Al fin, entramos en los últimos 100 metros por los arcos y vemos la meta.

-«Dame la mano!!», Me dice Marta

Y entramos  con la mano en alto y una sonrisa en la cara….

Paramos y esperamos a que vengan estos pero empieza a llover más y decidimos ir a cubierto, no sin antes parar a por una cerveza.

Ya en el cubierto, esperamos y al rato aparecen nuestros compañeros, de los que alguno ha pagado el esfuerzo en relevos, ( y el estar malo el fin de semana anterior).

-«Creía que no llegaba!!!, ganas de llorar tenía oye… que dolor….»

Estamos contentos… aun parando en todos los avituallamientos hemos hecho 5:30 horas lo cual está muy bien para nuestro nivel…

Vamos al coche a por la maleta y una vez en las duchas descubrimos LO MEJOR de esta edición… HAY AGUA CALIENTE!!!

Al rato aparece Feli, que el pobre había llegado antes y estaba esperándolos en la meta pensando que no habíamos llegado!!!  Es un campeón.

Ya relajados vamos a por la comida, de la que damos buena cuenta y decidirnos volver a casa tranquilamente.

Entraba en casa cerca de las 12 de la noche, bastante cansado, pero contento…

P.D:  Mi lección aprendida…El año que viene… vamos más rápido al principio pillando rueda…y tirando menos… para cansarnos menos… y seguro que además mejoramos tiempos…

GR99 – La ruta del Ebro

-«Vas a necesitar varios tomos para esta crónica!!!…»

Me decían mis compinches durante la ruta.

Y es que el día fué largo, completo y si contase todo… probablemente tuvieran razón.

Pero mis aptitudes de literato no son para el premio planeta, y por tanto no merece la pena dedicar tanto tiempo y esfuerzo, con lo que os tendréis que conformar con este resumen.

Domingo, 6:00 Zulu, Murchante City

No puede ser…. ya suena este maldito cacharro??  codazo al costillar. arrrgggg….

Ella también lo ha escuchado… todas las veces…

Me levanto.

Desayuno con fruición. Vete a saber si la ruta se complica hoy… por si acaso… que me quiten lo… tragao.

7:00 Zulu – Hangar de vuelo Karrikiri (cochera de Jarauta vamos…)

Todo cargado?? Pues arreando… Destino: Logroño.

….

1 hora más tarde estamos descargando las bicis del «Karro Karrikiri» (con muchas «Ks» como el de 8 apellidos vascos…) y miramos a nuestro alrededor.

¿!¿!¿!¿Es que en este «pueblo» no madruga nadie????!?!?

Finalmente un transeúnte «paseaperros» aparece y preguntamos, donde está el Ebro.

8:30 Masai, Ribera Logroñil del Ebro…

Aquí empieza la ruta, esto está perfectamente balizado así que no hay pérdida, decía Sherpa-Guillermo… (cagüen toooooo!!!)

Bueno… a lo que estamos…

Cinco minutos después, tenemos claro que esto de balizar se lleva muy mal en la rioja (de vino saben de pero de poner postes….un carajo…y eso que el «emparrao» lleva unos cuantos…). Nada que sin salir de Logroño y tras dos postes… acabamos preguntando a un paisano…

Resultado: No tiene ni idea…

Otro poste!!! Allí!!!! Venga que ahora sí!!!!

Finalmente salimos de Logroño y nos topamos con «LAS OBRAS».  Una carretera, o algo con muchos carriles, a medio hacer, que demuestra que para hacer… tienen que deshacer otras cosas y parte de lo deshecho son… muy bien: «los postes de balizado». Se lo han cargado toditos todos…

Que si voy que si vuelvo que tira pa´tras aun más…

Oigan que esto se corta!!!!

Una hora después… encontramos un poste dichoso.

Ya está… si es que ha sido un principio complicado pero AHORA SI… AHORA…

Esto se corta y acaba en el río.

Será posible…

Pues por esta carretera…venga dale.

Me pongo primero, Guillermo detrás y seguido Chelu, Jarauta, Sierra y Patxi que cerraba el grupo de hoy…

-«Vamos a recuperar el tiempo en un plis plas , verás como pongo  yo orden aquí…»

Agacho la cabeza y pongo plato… acelero….

acelero…

y acelero….

Y al fondo de la carretera aparece un tipo.

En medio del asfalto…

-«Parece… pero no».

COÑO!!! que lleva un escopetón!!!

Voy frenando.

Es la entrada a la base militar o lo que sea eso… pero el tipo lleva escopetón y ropa de camuflaje.

-«Que buscábamos….»

-«Sí, si… tirad por allí empalmais con esa otra carretera, pasáis el pueblo y volvéis a tomar la GR que a partir de allí ya está la cosa mejor y tal…»

Si la cosa está mejor… pues oye… venga vamos…

Vuelta atrás… sube puente (en obras) cruza dos rotondas, baja y a rodar con la carretera…

Jarauta dice no se que de que lleva 30 euros… de que hablará… Seguimos…

Por fin volvemos a camino…. y se corta

-«Que estaba balizado… que no había problema…. Llevamos dos horas y veo Logroño ahi.. al fondo…»

Junto a nosotros, un río que desemboca en el Ebro, no se puede pasar…

Al otro lado, la verja final del acuartelamiento /»peña del escopetón».

-«Que hacemos??»

Aparece una furgoneta con dos tipos a los que Patxi aborda.

10 minutos mas tarde…

-«O subimos al otro lado de la carretera, ascendemos la loma y bla bla bla…. o cruzamos el río…»

Nos miramos entre nosotros y nos acercamos a la orilla.

Patxi: -«Esto no se puede cruzar, que la corriente se te lleva  y mira que ancho y profundo y… medirá 10 metros de ancho… por lo menos y….»

Chelu: -«Venga calcetines fuera y a cruzar!!!»

Sierra y Jarauta, le miran con media sonrisa pensando que es broma al Tudelano…

Mientras Patxi le mira esperando que se ría y le diga que es una broma, Chelu y yo ya estamos en el agua.

-«ESTA CONGELADA!!! MADRE QUE FRÍA!!!»

La corriente es fuerte y me desplaza la rueda trasera de la bici haciendo que el plato se me clave en el tobillo…

-«»YABABADUUUU!!!!! ME cagüen tooooo…. aisss aissss aissss»

Salgo del agua con los pies insensibles y el tobillo «agujereao» por los dientes del plato…

Miro atrás y Jarauta está en medio del río, junto con Patxi.

Guillermo, el sherpa, se lo está pensando.

Le toca el turno a Sierra  y cuando está a medio río, Guillermo despierta…

-«Si a Carlos le cubre por ahí…a mi me llega al cuello!!!»

Entre risas y fotos terminamos de ponernos los calcetines con los pies helados y esperando que vuelvan a caldearse.

Y ahora… que?

Seguimos….

Montamos en la bici y cien metros más adelante hay un caminico. Unos kilómetros más adelante hay un pueblo

Patxi:

-«Fijaros la torre del campanario, está inclinada en dos ejes porque…»

Guillermo:

-«Eso lo pillo yo y son dos viajes de bañera…»

Salimos del pueblo y poco a poco, parece que enlazamos postes hasta le siguiente pueblo.

Hay que parar y comer algo, a la vez que aprovecho para quedarme de corto (primer día del año totalmente de corto…BIEN!!!).

Salimos del pueblo (no me preguntes su nombre… uno raro…) y avanzamos unos kilómetros a buen ritmo hasta un cruce.

Un camino con cartel de 2prohibido camino privado» otro algo antes, un tercero en cuesta y un cuarto en cuesta bajo un túnel…

Tras probarlos todos… acabamos por el camino prohibido, con la suerte de que un paisano nos confirma que es por ahí… (y los postes?? donde estaban los postes…??).

Unos kilómetros más adelante:

-«El hombre del patrol había dicho que cruzásemoa la vía, pero hay un poste por ese camino en mal estado… hay que seguir los postes no…???»

500 metros después, volvemos sobre nuestros pasos (pedaladas) a cruzar la vía…. si es que, si es queeee….

Continuamos por un camino, en cuya margen derecha se eleva una serie de cortados, desde los que unos buitres nos vigilan. Muy bonito, la verdad.

Poco después, salimos de esa zona y volvemos a acercarnos al Ebro para llegar a otro pueblecillo. De los postes…. ni noticias por carta oiga…

Paramos a un «hombre en C15» : NI IDEA, pero de joven que si era por aquí y por allá para ir a Lodosa y… que igual que estábamos oiga…

Guillermo le pregunta a un Marroquí que conduce con su hijo en un camioncico. Lo único que tiene claro es que por el camino de enfrente… NO.

Conclusión… de los 3 caminos… vamos por el de enfrente… porque es el más lógico…

(A todo esto Patxi está relacionandose con un agricultor local en busca de datos de ruta).

500 metros más adelante, y a la vez que Patxi bracea con gesto de NOoooo, por aquí no es… QUE SE CORTA aquí mismo…. y mientras el Marroquí se nos queda mirando, sin entender un carajo… tenemos que dar la vuelta

(eso si… sin mirar al marroquí que se tiene que estar partiendo la caja…).

Pues entramos al pueblo y preguntamos…

No hacemos más que entrar al pueblo y Chelu  (si fuera apache le llamarían: «Ojo de Águila»), avisa:

-«Mirad!!!! Porahí»»» (la calle más empinada y estrechica de todo el pueblo. que digo… de toda la comarca!!!!

(en una fachada había una placa del 10 cm de largo por 5 de alto con la señal de la ruta… vamos… para miopes…)

Subimos la cuesta y arriba del pueblo se ve una carretera que sube, y sube. Ya verás como es por ahí.

Y efectivamente. Allá que vamos carretera arriba (todo balizado deciá…. todo bali…leches!!!).

Arriba un cartel maravilloso: «Bienvenidos a  Navarra».

Guillermo:

-«A partir de auí ya estará mejor balizado y tal….»

Desde arriba se puede ver el Ebro hasta varios kilómetros de distancia, «el nacimiento/inicio» del canal de Lodosa…

Empezamos a bajar y se me pone la sonrisa en la cara… el camino se estrecha hasta quedar en un minisendero con inclinación importante… Allá que voyyyy!!!

Llego abajo y espero al resto que… (bajada censurada por orden ministerial o parecido…).

Nuevo Testamento (sí que se va a alargar esto, sí…)

Bien, por donde iba..

Ah sí…

Antes de Llegar a Lodosa, nos volvemos a perder gracias al mágnífico balizado de postes Navarros.

Obligamos a un pobre seños enbici que pasea a su hijo, a decirnos por donde continuar y nos olvidamos de los postes…

Conclusión: «CANAL DE LODOSAAAAA» (si quieres ir a Lodosa…. casi que ir al lado del canal verdad.).

Llegamos a Lodosa y ya con la experiencia que da el haber preguntado mas de setecientas veces en un mismo día, Guillermo apresa a una pareja mientras el resto le esperamos

bajo la señal que indica donde va la ruta.

Otro pueblo, y estamos perdidos. Solo ponen postes donde es recto y es imposible perderse. Ahora si, para los cruces no hay presupuesto.

En el puente de entrada, chelu pregunta a un mozo que va en bici.

Resultado:

  • El mozo está perdido
  • El mozo está reventado
  • El mozo es de Calahorra y no sabe in por donde le da el viento
  • El mozo se nos junta.

Seguimos avanzando y de vez en cuando miro para atrás. Allá al fondo se ve al mozo que nos sigue mas mal que bien… y nosotros no podemos aflojar mucho (aunque lo hiciéramos) porque nos vana a dar las mil…

Un porrón de kilómetros después, a una media de 27 km/h (para esperar al mozo…) aparecemos a la entrada de San Adrián. Nos merecemos un descanso. Llevamos 80 Kilómetros y como la ruta continúe así, no te quiero contar.

Una caña / bebida de cola (si quieren publi que nos patrocinen «la Night») después. Montamos en la bici de nuevo.

A un paso Calahorra, vamos cosa de tres kilómetros. Venga chicos que esto está hecho.

20 kilometros después. Estmaos al lado de Calahorra. Por seguir los postes, que aquí si que hay y puestos para ver la ciudad desde todas sus vertientes. No haremos comentarios ni recitaré lo que «Ojo de Águila» iba diciendo por el camino

pero al alcalde de la ciudad le tenían que pitar los oídos SI o SI (culpa tendrá el pobre hombre…).

Por fín, vemos desaparecer poco a poco la estampa de esa población. Nuestro próximo objetivo Alfaro.

Alfaro tiene ruedas. Creedme. No había forma de llegar, pero al fin. Nos plantamos en la población.

Hace un calor de tres apres de narices y nos detenemos junto a unos pinos.

Patxi, atraca grita a un transunte que va por la otra acera con una bolsa de plástico en la mano:

-«Eso que llevas es fruta, ehhh??????»

El hombre espantado solo acierta a cabecear en sentido negativo y aprieta el paso y la mano con la que agarra la bolsa.

Un par de minutos después montamos en las bicis y unos cientos de metros más adelante volvemos a ver al hombre que esconde la bolsa….jijiji

Salimos de Alfaro en dirección a Castejón por una carreterilla que discurre paralela al Ebro hasta el polígono.  Los brazos de algunos, entre los que me incluyo,

están cambiando de color a modo de camaleón, hacia un rojo teja de esos que por la noche no te dejan dormir con el solo roce de la sábana (lo sé, la protección en este tiempo ya es necesaria y tal…).

En castejón atravesamos el polígono en busca de la pista que, cruzando los dominios de «La Sebastiana», nos acercan a la Ebro Química. Nunca pensé que ver esa fábrica me haría tanta ilusión. Y a «Ojo de Águila» ni te cuento!!!.

Poco más tarde despedimos a Patxi para terminar subiendo a Murchante tras 148 kilometros de ruta «balizadísima y sin problemas».

 

P.D: Demostrado. No hay que ser J.R. Tolkien para rellenar un montón de líneas. Eso sí con mucho menos acierto, claro está.

P.D2: Ni falta de ortografía, ni nada, esto ni lo reviso. Se publica tal y como está que estoy frito de la ruta y de la crónica!!!!

P.D3: Pero aun ahí…. no te da vergüenza perder el tiempo con estas cosas?… No tienes amigos??? sal de casa anda… tira!! fuera!!! anda a echar!! fus fus……

 

La ruta de Diego y el Conce Dracúla (acento bien colocado).

El sábado, la familia dejó solo en casa a Diego y éste no tuvo otra ocurrencia que pillar el programa del GPS y empezar a crear una ruta…

A las 8:30 quedábamos en el parque un montón de gente (tanta que se me olvidará alguno así que por una vez no los voy a nombrar uno a uno (total, ellos ya saben que estaban allí…).

La cosa es que podía ser la primavera (que la sangre altera), o la fase lunar… la cosa es que… parecía que habíamos anuciado almuerzo (a ver si no me enteré de esa parte…).

Abandonamos Murchante por el cementerio y pasamos cerca de Cascante por una de nuestras más transitadas rutas.

Yo estoy cansado y no he dormido bien, me noto flojo. Menos mal que con la cháchara la gente no aprieta.

Pasamos Tarazona, por encima, llegando al Embalse de Santa Ana y recorriendo la carreterilla que serpenteando nos lleva a Torrellas.

Nos detenemos a comer algo. Pronto viene la parte dura de la jornada y es mejor que nos pille avituallados.

Guillermo, cual pastor, obliga a «la ovejica» a meterse por el camino hacia Los Fayos mientras ella decía:

-«Yo por carretera, yo por carreteraaaa»

(al camino derecha…)

Pasamos la chopera, el pueblo y dejamos la presa a nuestra derecha para continuar junto al río Queiles por el valle que tantas veces hemos recorrido en dirección a Vozmediano, hasta que un par de kilómetros

más adelante, el Sherpa, nos indica una pista a la derecha que sube hasta la misma cresta del monte.

Son u par de kilómetros de cuesta, llevadera, pero cuando uno no tiene su día…

Arriba esperamos hasta reunir al grupo. La ruta discurre por la mencionada cresta, empalmando caminos hasta Vozmediano. La parte buena es que el mayor desnivel ya lo hemos ascendido…. de golpe.

En Vozmediano, nueva parada a reponer algo.

Continuamos por carretera en dirección a Agramonte, para girar a la izquierda donde el maestro DiegoSam, guru del GPS, nos dice.

Comenzamos una bajada por pista, con alguna pequeña grieta y piedra suelta. Feliciano va a mi lado a velocidad terminal, hasta que encontramos un cruce. Hay que parar porque nuestro guía es más… civilizado, bajando.

Mientras freno, miro atrás y veo a Jarauta (jodo, como baja tu bici eh…. y lo preocupado que estabas el día que la estrenaste porque había que «hacerse» a ella).

Justo detrás, entre los matorrales aparece el conde Dracúla. Inmediatamente recuerdo las películas en blanco y negro y miro el cuello de Marta. No, no se ven indicios de mordisco.

Sin embargo el conde Orta (digo Dracúla), con la boca ensangrentada y con hilos de sangre cayendo hacia el cuello, está acechando y por fín veo que Feliciano está con la mano en el cuello…

Tras desenganchar al «Vampiro de la retro» y limpiarle, le explicamos que no tiene que morder todas las ramas del camino, ni poner los morros cuando una se cruce en su trayectoria.

Con la lección bien aprendida proseguimos, si bien compruebo, como el grupo mira de reojo al «Nosferatu Moncaino» y cada cual, protege el cuello con la braga e incluso con calzoncillo de cuello alto… por si las moscas.

La ruta marcada es una sucesión interminable de sube y baja, hasta que atravesamos la carretera que desciende desde Agramonte a SantaCruz, para continuar, una vez atravesada ésta, por el otro lado de la ladera.

Es aquí donde me emociono, al ver el formidable grupo que formamos…

No es que seamos buenos ciclistas… es que hay más arte que en el Circo del Sol!!!!

Llega una bajada, con piedras hermosas, redondas, gorrrrdas y bien repartidas y «el  trapecista» nos muestra como se hace un looping…

Frena con el de adeltante y voala!!!!  ahí tienen al hombre ariete!!!  jijiji

(Por suerte no se hizo daño… o eso decía, vamos…)

Continuamos bajando y llegamos a la carretera que va de Vera a SantaCruz. Esta vez tomamos el asfalto y comenzamos el descenso a Tarazona.

Vamos tranquilos, hasta pasar la rotonda donde está el cruce para descender al pantano del Val.

Nosotros continuamos a Tarazona pero un bólido musculado pasa a toda velocidad…

Es un meteorito? un avión? superman??  NO. Es Feliciano, dando pedales que parece que se le va a salir la cadera!!!

Salto y voy con él. Detrás se nos unen unos cuantos más…

Vamos dando relevos o demarrajes… no lo tengo claro, pero si que al pasar de 67 km/h) me cuesta aumentar velocidad, porque no me dan las piernas…

Llegamos a Tarazona y…. nos detenemos.

Dani? donde está Dani…?

Ha desaparecido.

Telefono en mano, veo cabecear a Feli, hablando con el desaparecido…

Cuelga.

Vale, que nos vamos… que él ha parado y bla bla bla… y que dice que bla bla bla…

Seguro??? que si que si… que dice que …. bla bla bla…..

Ah vale….

Por la vía verde del Tarazonica, vamos a ritmo alegre pero sin forzar, que mal día llevo y encima acojonado… toda la vía verde con el vampiro a mi «lao» mirándome la yugular…

Por fin llegamos a Murchante y me siento a salvo. Ahora voy a por una ristra de ajos para frotármela por el pescuezo, que tras la ducha… me volveré a encontrar con «éste» y solo falta que tenga hambre….

A Valverde que somos cuatro

Muchante, 8:30 de la mañana salen del parque cuatro monturas con sus jinetes, Amis (Jarauta), Pontos (Guillermo), Dogos (Sierra) y D’Artacán (yo que soy el más guapo).
Nos encaminamos a Montealto con destino final por determinar según tiempo y fuerzas. La previsión anuncia aire, mucho aire, que nos respeta un poquito hasta comenzar la aproximación  a los Royales en que nos muestra su verdadera cara, feo él. Llevamos por ahora parte del recorrido de la Night y Guillermo nos va explicando la variación que ha tenido durante estos años; se siguen recordando con mezcla de humor y terror aquel barro pringoso y asqueroso del 2013 que hizo las delicias de mecánicos de bicis y vendedores de detergentes de lavadora.
Cruzamos la carretera Cascante-Fitero y ascendemos lentamente a Montealto; quizás sea este el tramo más pesado, son solo 5 kms pero el viento en contra molesta y el desnivel que vemos aproximarse obliga a reservar fuerzas.

“Hoyas de Najera” se llama el barranco que asciende Montealto y que nos da un respiro; aunque el desnivel es mayor, la pista está protegida del aire y las conversaciones comienzan a ser más animadas y las respiraciones menos ruidosas. La subida llega a ser divertida y llegamos hasta la antena de Montealto donde se bifurca el camino que desciende a Valverde. O al menos descendía la penúltima vez que lo hicimos, porque en ésta hay que darle a los pedales incluso cuesta abajo. Lo siento Jarauta, es lo que tiene la gravedad y los caprichos de sus leyes: los kilos cuesta arriba molestan al ciclista, pero los flacos cuesta abajo os quedáis donde os corresponde ¿estás conmingo no Sierra?.

Tomamos el merecido café en “El montero” y emprendemos el regreso dirección a Fitero por el valle de Añamaza. Se agradece dejar las pistas en mal estado habiendo tenido el aire en contra y ahora avanzamos a buen ritmo. Atravesamos un valle con historia de renombre, conocido por muy poca gente y por el cual hemos paseado nuestras bicicletas al menos un par de veces. A nuestra derecha dejamos los restos de “la Botica de los moros” o antiguo Castillo de Añamaza, de gran importancia en su tiempo de esplendor. Y aquí de nuevo hace su aparición el espíritu práctico de la tresena que me acompaña. Mientras yo cuento historias de moros y cristianos peleandose en la cima del monte, estos tres mosqueteros capitaneados por Dartacanllermo ven montones de piedras mal aprovechadas que  estarían mejor en el volquete de un camión dirección a una gravera que luego encontraríamos en nuestro camino. (Previo reciclado de ventanas, marcos y puertas si los hubiera.)

Pasamos por la parte trasera de las Roscas, a ninguno de los cuatro se nos ocurre la idea de subir la rampa que vemos y aún recordamos de una excursión no muy lejana, en la que Chelu nos obligo a subir bicicleta en mano hasta la cima de las dichosas rocas. Bueno, no sé si fue así o algo parecido, pero Chelu si que estaba y dijo algo así como “yo hago el camino” o “me cago en el camino”.

Rodamos desde Fitero a Cintruenigo (Os recuerdo que por aquí un tal Becquer, romántico él, vió una bella mora en una cueva que debía estar apetecible, porque un caballero cristiano perdió la cabeza por ella y en vez de hacer la guerra dejo la espada y se dedicó a otros menesteres menos sangrientos) . Desde Cintruenigo Guillermo nos enseña una variación que yo desconocía. En vez de ir hacía el Boquerón tomamos otro camino que empalmará con parte de la Night. Es algo más largo pero más novedoso y juguetón, menos rectilíneo y con desniveles más irregulares, pero se hace con gusto porque vamos bien de fuerzas.

Finalmente, llegamos a Murchante donde se celebra con una cerveza fresquita una jornada creo yo que divertida y hecha a un ritmo muy digno. Bueno, a lo mejor la cerveza sin jornada también hubiera estado muy digna, pero es lo que tienen los clubs de ciclismo, que hay que pillar la bici de vez en cuando.